Página:Pacem Dei munus pulcherrimum.pdf/1

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
Año XII - Vol. XII
Num.6
Dia 1 de junio de 1920



ACTA DE LA SEDE APOSTÓLICA


COMENTARIO OFICIAL



ACTA DE BENEDICTO XV


ENCÍCLICA
A LOS PATRIARCAS, PRIMADOS, ARZOBISPOS, OBISPOS, Y OTROS ORDINARIOS EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA


BENEDICTO XV
VENERABLES HERMANOS
SALUD Y BENDICIÓN APOSTÓLICA

La paz, este hermoso don de Dios, que, como dice San Agustín, «es el más consolador, el más deseable y el más excelente de todos»[1], esa paz que ha sido durante más de cuatro años el deseo de los buenos y el objeto de la oración de los fieles y de las lágrimas de las madres, ha empezado a brillar al fin sobre los pueblos. Nos somos los primeros en alegrarnos de ello. Pero esta paterna alegría se ve turbada por muchos motivos muy dolorosos. Porque, si bien la guerra ha cesado de alguna manera en casi todos los pueblos y se han firmado algunos tratados de paz, subsisten, sin embargo, todavía las semillas del antiguo odio. Y, como sabéis muy bien, venerables hermanos, no hay paz estable, no hay tratados firmes, por muy laboriosas y prolongadas que hayan sido las negociaciones

ACTA, v o l . X I I , n. 6. — 1-6-920.
15
 
  1. De Civitate Dei, lib. XIX, c. XI.