Esta página ha sido corregida
272
Y acrece más mi dolor,
Que no ví tender tus alas
A las celestiales salas,
Mártir sublime de amor.
Ni pude escuchar tu acento,
Besar las luz de tus ojos,
Y tus calientes despojos,
Y aspirar tu último aliento.
Culto de eterna pasion,
Mi reliquia más sagrada
Es tu memoria adorada,
¡Madre de mi corazon!
Madrid, Mayo, 1871.