Ir al contenido

Página:Poesías de Garcilaso de la Vega (1919).pdf/163

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
161
 

XXVI

Echado está por tierra el fundamento
que mi vivir cansado sostenía.
¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día!
¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento!
¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento
cuando se ocupa en bien de cosa mía!
A mi esperanza, así como a baldía,
mil veces la castiga mi tormento.
Las más veces me entrego, otras resisto
con tal furor, con una fuerza nueva,
que un monte puesto encima rompería.
Aqueste es el deseo que me lleva,
a que desee tornar a ver un día
a quien fuera mejor nunca haber visto.

XXVII

Amor, amor, un hábito vestí
el cual de vuestro paño fué cortado;
al vestir ancho fué, mas apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.
Después acá de lo que consentí,
tal arrepentimiento me ha tornado,
que pruebo alguna vez de congojado
a romper esto en que yo me metí.
Mas ¿quién podrá deste hábito librarse,
teniendo tan contraria su natura,
que con él ha venido a conformarse?
Si alguna parte queda por ventura

Poesias
11