Página:Proclama del señor brigadier general del exercito auxiliar del Peru á los pueblos interiores.djvu/2

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En su fuga, quanto han encontrado há sido objeto de su enconosa rabia; han saqueado los Templos, despedazado las imagenes de nuestro Señor Jesu Cristo, desnudado las de Maria Santísima y cargado con sus vestiduras, incendiado casas, muebles, robado quanto han encontrado, muerto á personas indefensas, y todo á la presencia de su general.

Ved ahi, la diferencia de la conducta de las tropas de la patria, á las que se les han atribuido esos defectos; porque juzgando el hombre por su corazon á sus semejantes piensa que todos son como el: las tropas de la patria no han sido osadas á cometer el mas pequeño desorden á la presencia de su xefe; tengo esta gloria, como la de que desde que me hallo á la cabeza de ellas no hé tenido la menor queja de un soldado en atentar contra individuo alguno de los pueblos, y solo cuento en la historia de mis castigos á un malvado conocido por Panza verde, que habiendo cometido al segundo dia de estar alistado baxo las banderas de la patria, el atentado de querer forzar á una muger, fue pasado por las armas.

Debeis conocer la gran disparidad que hay entre hombres que os quieren dominar, y disponer de vosotros como de rebaños de carneros, y hombres que aspiran á auxiliaros para libertaros de aquellos tiranos y que goceis de vuestros sagrados derechos, de libertad, propiedad, y seguridad: necesariamente aquellos han de ser vuestros cómitres como lo habeis visto en los azotes, que os han dado, las muertes de vuestros padres, hermanos, y parientes, los incendios de vuestros pueblos, é iglesias, los saqueos y demas males que habeis experimentado.

Los que aspiran á auxiliaros, ninguno de estos males os han causado, ni causarán, por mas que aquellos iniqüos os hayan querido imbuir tales ideas en su contra: la experiencia misma os lo ha enseñado, y nada me toca que exponeros, pues no hay razon que pueda aumentar, ni desminuir la fuerza de aquella.

Á las armas, pues, compatriotas amados: caed sobre los tiranos, y haced que corran á exercitar sus vicios donde los amen: las provincias dependientes de Lima me llaman como vosotros, y con igual empeño; ya no pueden soportar mas los grillos de la esclavitud por mas que se los doran: yo vuelo con todos mis hermanos de armas en su socorro, y con la seguridad de que Dios Todo-Poderoso protege nuestras justas intenciones; pues no doy un paso en que no vea sus distinguidos favores.

Solo exijo de vosotros union, constancia, valor, y el exercicio de las virtudes: alejad de vosotros toda odiosidad, todo espiritu de venganza, y todo quanto sea contra la ley santa de nuestro Dios, y de la santa iglesia, y no penseis en interéses particulares, sino en salvar la amada patria, para restituirla el goce de la tranquilidad que necesita para constituirse, y que todos disfruten de los bienes que el cielo mismo nos ha querido conceder.

Quartel general del Tucuman 18 de septiembre de 1812 == Manuel Belgrano.


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