Página:Recordacion Florida Tomo I.pdf/527

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
446 Biblioteca de los Americanistas.


Don Tomas Cilieza, oficio
tiene de Juez, y no en valde,
pues es proprio beneficio,
mostrar la Vara de Alcaide
de Ordinario con buen juicio.

Don Tomás tan superior
es por Nájera aclamado,
que siendo Alguacil mayor,
nunca la vara y valor
quiebra en él por lo Delgado.

Remataron el paseo
haciendo gala de un raso,
que labrado de escarceo,
mostraba en plata de paso
de un Cielo raso el aseo.

Cabos de tela encarnada
bien decían con su oficio;
pues á la plata randeada
la pusieron concertada,
sin pleito, en tela de juicio.

Un blanco Armiño enfrenaba
Nájera en todo seguro:
Cilieza un castaño, y daba
en el blanco, pues de obscuro
por la pinta lo sacaba.

Terciopelo carmesí
en los jaeces bordados,
era envidia del Turquí;
pues de plata y oro allí
hizo asiento lo realzado.

De uno y otro caballero
diez lacayos concurrieron
en plata, verde y esmero;
que aun en botón se tuvieron
muy linda flor de romero.

Su señoría el primero,
dando aliento de partido,
corrió primer caballero,
y corrió con tanto esmero
que al viento dejó corrido.

Uno por uno en su esfera,
por orden luego corrieron:
y corrieron de manera
que al aire con que salieron
lo llevaban de carrera.

Después con lindo donaire
corren también de pareja:
y por igual sin desaire,
cada par corre con aire,
aunque atrás al viento deja.

Once toros al momento
se lidiaron, que en Jarama
fueran toros; pues su aliento,
cuanto en la plaza más brama
hace risa, que es contento.

En esta risa paró
el festín de aqueste día:
y tanto al mundo admiró,
que suspenso se quedó,
porque el Sol se suspendía.

Volvió el miércoles á hacer
nueva Aurora, nueva salva,
volviendo con el placer,
que la plaza tuvo ayer
para no quedarse al Alba.

Volvieron las bizarrías,
que á la Aurora dispertaron;
pues para dar buenos días,
veinte toros se encerraron
cornucopia de alegrías.

Cuatro fueron los lidiados
al encierro, de tal modo,
que por no ser encerrados,
se salieron enojados,
para salirse con todo.

Salióles tan al revés,
que un pardo, en nombre Borrón,
sujeta los cuatro; pues
á tres lances de rejón
los arrastra á dos por tres.

Cuando la plaza caliente
más con los toros está,
llueve Acuario de repente,
sin avisar á la gente,
y sin decir agua vá.

A la fiesta prevenida
llegó la tarde al deseo:
y el agua, la bien venida,
para darle con aseo,
se vino como llovida.