que puede una persona de sobrada estatura entrar por él sin embarazo que estrecho con apretura le aflija, y sale á unas curiosas y pulidas columnillas de la propia piedra labradas y erigidas á mano á fuerza del cincel, con capitel molduras y perfiles de esmero singular y de no pequeño ni despreciable arte: de donde va todo el cuerpo del arroyo rebalsándose obedientemente aprisionado en unas piletas redondas y de congregación contigua de á cinco cuartas de diámetro cada pileta, sin más ni menos buque en una que en otra, sino todas de una proporción misma, y de la propia materia de aquella peña en que están labradas; siendo su profundidad de á medio estado en todas; mas en ninguno de sus brocales, que todos quedan bañados y alagados de la corriente, se descubre labor ni esmero primoroso del cuidado del arte, sin que haya quien averigüe ni remotamente presuma á qué fin pudo tomarse un trabajo de tan áspera y desigual fatiga como romper y abrir en piedra tan capaces y repetidas piletas, no siendo para tomarla en altura ni para defensa que la hiciera á la manera de foso: con que lo que más factible se discurre es que este río de Pancacoyá es lavadero antiguo de oro, que parece más de razón y conforme á buen discurso el haber tomado aquel duro y incomparable trabajo por el provecho y codicia del tesoro. Y porque tiene alguna conexión con los cimientos este río, son de sentir los indios que tenga su linfa dentro de la cueva, estando ella más baja; siendo lo cierto tener su cabecera y principio en la parte eminente de la quebrada ó abra de Pasaccab, y que allí, como dicen, le diesen la bárbara adoración á Cateyá. Dábales este río abundantemente el riego de que necesitaban para la cultura y beneficio de sus tonalmilis, que son milperias y maizales de verano, y de sus cacaguattalis; y hoy en la hacienda de Luis de la Roca, catalán, conserva el nombre del Río del Cacaguatal.
Por otras partes de este sitio, ya emboscadas y breñosas con la propiedad del tiempo, se descubren y manifiestan muchos firmes y robustos vestigios, en desmoronadas y ancianas ruinas de caducos edificios, que prueban y aseguran