extinguidos, que tan solamente se contaban en cada uno de ellos ocho ó diez indios, y esos tan compasivamente flacos y macilentos como salidos de lo pavoroso y lúgubre de los sepulcros; los cuales miserables y desventurados salían por los caminos á pedir limosna. Vi en esta misma ocasión, que los sembrados de maíz y trigo de los indios que murieron, estando ya en sazonada granazón los pacieron los ganados. Este desorden tan notable y lastimoso pudiera haber sido el asunto y argumento de la Verdadera y breve destruición de las Indias, escrita por el reverendo Obispo de Chiapa Fr. Bartolomé de las Casas (si acaso en su nombre no la supusieron las naciones, como quiere que haya sido algún grave y eruditísimo autor),[1] y no atribuir la diminución de estos indios á los malos tratamientos y impiedad de los españoles conquistadores, que tan cristiana y piadosa y atentamente miraron por su mayor y más útil conservación. Pudiera haberse declarado el reverendo Casas defendiendo lo mal que le sucedió en Cumaná y en otras partes del Perú siendo clérigo,[2] sobre que pretendiendo la gobernación de Cumaná contra el dictamen de Juan Rodríguez de Fonseca y otros celosos consejeros que le conocían y tenían información de sus cosas, consiguió esta gobernación por mano y favor de Monsieur de Naxao; pero aquí le sucedió mal como siempre: ó escribiera en defensa de la información que en esta ciudad de Goathemala se hizo acerca de cierto informe siniestro que el Padre Casas hizo á S. M. Cesárea el año de 1544, que está en treinta y nueve fojas[3] con la cubierta que tiene dos sellos y algunas costuras en su contorno, señal de haber estado cerrado á manera de pliego, del cual se remitió otro tanto á el Real y Supremo Consejo de las Indias; porque habiendo informado este religioso á S. M. que habiendo pacificado la provincia del Lacandón, y traído á esta ciudad de Goathemala unos y los más princi-
- ↑ Sanvedra, Empresa 2.
- ↑ Gomara, cap. LXXVII, folio 100.
- ↑ Aut. orig. del Archivo secreto del Cabildo.
tomo ii.