blación nueva cuantos en ella resultaban vecinos y hubieran obtenido solares.
La ciudad de Guatemala la Nueva, ó sea la tercera de las capitales de este nombre, tiene calles anchas y rectas regadas por numerosos arroyos, bella catedral y universidad; está poblada de unos cuarenta mil habitantes afables, y con la indolencia natural que imprime la acción del clima, y es capital de una de las cinco repúblicas de la América central.
Guzacapa, Guazacapán, págs. 76, 321, 354, I; 6, II.—Pueblo antiguo y de numeroso vecindario de indios sobre la costa de la Mar del Sur, de la provincia de Escuintla en el reino de Guatemala, en cuya jurisdicción está la barra de Mychatoya, donde desemboca el río de Petapa, ó sea el desaguadero de la laguna de Amatitlan. Los naturales de este pueblo, unidos á los petapanecos, presentaron en 1526 la batalla á D. Pedro de Alvarado en el valle de Canales, cuando del Peñol de Jalpatagua se dirigían á Guatemala, y entre Petapa y Guanazacapa, en el llamado Cerro redondo, paso del monte de Petapa á Canales, embistieron al ejército conquistador. En el pueblo de que se trata vivía á fines del siglo xvii reducida á la mayor estrechez, la familia de Paez de Grajeda, descendiente del poblador de Guatemala Juan Paez.
Gueguetenango, págs. 18, 44, 328, I; 75, II.—Pueblo cabeza de partido en la provincia de Totonicapán ó de Gueguetenango en el reino de Guatemala, abundante en ruinas de portentosos edificios que, á semejanza de los babilónicos, empezaban con gran base é iban estrechando hasta terminar en puntas; los cuales edificios visitó el autor hacia fines del siglo xvii siendo corregidor y capitan á guerra de aquel partido, en el camino que iba á Tojog; quien también visitó la rica mina llamada de Gueguetenango, situada á 40 leguas de Guatemala, que descubrió Juan de Esquivel. En aquel pueblo hizo patentes sus virtudes y dió ejemplo con su vida intachable el religioso dominico Fr. Lope de Montoya.