cabeza de curato y tuvo por cura beneficiado y juez eclesiástico al bachiller Diego Félix Carranza de Córdoba, autor de la Descripción de la catedral de Guatemala, que fué dedicada en 1681.
Lacandón, págs. 186, I; 78, 1:3, 115, II.—Territorio inmediato á la provincia de Tuzulutlan ó Tierra de guerra, que se llamó de la Verapaz cuando el P. Las Casas y otros dominicos, con informes más bien intencionados que verídicos, persuadieron al Emperador de que sus indómitos indígenas habían sido sometidos con la predicación del Evangelio; lo cual, en puridad, no resultó exacto, porque la mayor parte de aquella tierra estaba aún por conquistar 165 años después de haberlo sido las demás del reino de Guatemala. La que ocupaban los Manchés, Choles, Lacandones y otros de aquellos pueblos trashumantes, tenía entradas por las provincias de la Verapaz, Chiapa y Gueguetenango, por las cuales fueron á catequizarles los religiosos con alguna perseverancia desde que en 1558 se adjudicó al obispado de Chiapa la provincia de la Verapaz, y aun más al erigirse catedral en esta provincia é instalarse en las Casas Reales de Coban en 1560; pero incorporado aquel obispado al de Guatemala por falta de recursos, y no habiendo conseguido las misiones sino reunir algunas familias de indígenas en el pueblo de Cahabón y de San Lúcas, se dispuso en 1692 la conquista armada, que produjo algunos resultados y no completos, puesto que á principios de este siglo había, y acaso en el día haya, tribus sin someter. Los Lacandones habitaban entonces las márgenes del río de la Pasión, que tiene su nacimiento en las montañas de Chamá, recorre el territorio inmediato á las montañas de Chicec, pasa por tierras del Peten, entra en la provincia de Tabasco y, unido al famoso río Utsumazinta, desemboca en la bahía de Campeche, donde forma la barra de San Pedro y San Pablo: hacían el tráfico por ese río en canoas de las que llegaron á poseer y emplear en un tiempo hasta el número de 424.
Lempa, pág. 125.—Río de la gobernación de Nicaragua,