Generalmente, sin otro género de ocupación, son los indios deste país dados á la cultura de los campos, ya en las labores de las propias campiñas, ó ya en las de las de los españoles; surtiendo maravilloso efecto de su frecuente y loable fatiga, en abundantes y crecidas granazones de los cultos sembrados que abundan y abastecen á Goathemala de suficientes porciones y cantidades de trigo, aunque algo más descaecido en el precio que el de los Valles de Mixco y Mesas, á causa de no ser su calidad de tan subida estimación como aquéllos, ni tan bajo como la suerte de trigo de Canales; pero éstos y aquéllos, que no son los mejores, pedimos a la eterna y alta Providencia que se acrecienten y no falten, pues unos y otros nos mantienen y satisfacen.
Los ocho pueblos que dije al principio que componían y adornaban la vecindad deste admirable Valle de Sacattepeques, son de numeroso pueblo, todos opulentamente ricos y de hacendados indios, menos el pueblo de las Casillas abreviado y ceñido á contado cálculo de habitadores: todos tienen admirables y suntuosos templos adornados de excelentes y ricos retablos y enriquecidos con decorosas alhajas de sacristía, decentísimos ornamentos de altar y vestuarios majestuosos y exquisitos de presbiterio, con suntuosas y simétricas torres, dotadas de numerosas y sonoras campanas, armoniosas y suaves, como costosos órganos y otros varios instrumentos de iglesia, en que verdaderamente resplandece el atento y esmerado cultivo de los vigilantísimos curas hijos de la azucena de la Iglesia Santo Domingo; pues en tan breve término de lustros han hecho florecer y fructificar este nuevo plantel de innumerables almas á costa de sus preciosas y loables fatigas y costo de sus vidas, gastadas en los montes, en los caminos y en las recientes poblazones de los bárbaros, que eran los indios que vivían en las selvas, cuevas y lagunas, sin casas ni superior cabeza á quien obedecer; no los que tenían poblazones, príncipe, señor natural ó cacique, que éstos dieron menos que hacer. Y así estos jardineros gozan hoy el fruto de la viña que hallaron agreste por inculta y siempre con amargores de agraz; que es alta,