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general, semejante fabricacion estaba en manos de mujeres, y que cada choza era un taller en el cual se empleaba el tiempo dejado libre por otras ocupaciones domésticas, en fabricar estos vasos. Incita á pensarlo todo lo que se ha dicho y tambien, la persistencia ó frecuencia de los adornos.

Los Indios Calchaquis han dejado en sus valles una cantidad tal de reliquias de este género, que, á primera vista, parece que no se hubieran ocupado de otra cosa.

Se pregunta uno, entónces, cuál ha sido el motivo de una fabricacion de tanta importancia, y los lugares mismos se encargan de responder: la escasez del agua y su carácter.

No he visitado esos valles, pero he recorrido un largo trecho al pié de las montañas que los cierran por el lado del Naciente, de modo que las aguas que tantas veces he bebido en los arroyos que bajan al Oriente, pasan por rocas iguales á las que les sirven de lecho en la vertiente calchaqui. Primitivas ó volcánicas, en su mayor parte, producen una gran cantidad de mica, de arena y de arcilla, con mas ó menos cal, y dan paso á un liquido bastante claro que baja de las cumbres, pero que pronto pierde su limpidez al precipitarse con turbulencia por terrenos sedimentarios de grano fino.

Para beber un agua semejante, con placer, necesario es dejarla que se asiente, operacion que nosotros llevamos á cabo, en viaje, con medios tan primitivos como los de aquellos Indios.

El agua, por otra parte, no abunda allí, no sólo porque las lluvias son escasas en las regiones calchaquis, sinó también porque las precipitaciones atmosféricas originadas por la cadena del Aconquija y sus dos ramas australes, Ambato y Aneaste, bajan al Oriente, y como los nevados no son allí tan numerosos, la mayor parte del agua que corre hácia Andalgala, por ejemplo, no es de fusion de nieves, sinó de simple condensacion de un sobrante escaso de vapores que el aire arrastra al trasponer los montes.

En aquellas provincias andinas, el agua no se desperdicia, y contínuamente leemos en los diarios referencias á discusiones por un hilo de agua, ó proyectos relativos á irrigacion; y ésto me incitó á averiguar cuáles eran los medios empleados, para distribuir el agua con equidad. Hice muchas preguntas, pero no saqué gran cosa en limpio. Probablemente las dirijí á personas que no lo sabían, ó que no querían saberlo. Pero oí que la expresion marco era muy frecuente.