Página:Revista del Jardín Zoológico de Buenos Ayres (Tomo I. Entrega IX, pp. 257-288).pdf/33

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 288 —

cella ó virgen, encerrada todavía en el recinto de la casa de sus padres, oculta, velada, encubierta. No cabe, pues, la menor duda de que el ilustrado autor de «La salvacion de Jehovah» no aludía sino á la ciencia oculta, guardada entonces en los santuarios ó casas de sus padres, y fuera del alcance de los profanos y profanadores.

El haber sido «concebido por obra y gracia del Espíritu Santo en el seno de la ilustre y siempre virgen esposa» del autor de Isaías, fué muy mal interpretado por los obscenos discípulos de Jesús. El Espíritu Santo es una metáfora que simboliza el deseo de saber ó espíritu de libre investigacion; el esposo natural y único que fecunda y hace producir á esa eterna virgen y profetisa, llamada la Ciencia.

Emmanuel quiere decir no sólo estamos en buen terreno (« Dios con nosotros »), sino tambien el que anda más ligero llega primero (Isaías, VIII, 3).

Los analogistas deben tener siempre mucho cuidado en no dar una misma importancia á todas las analogías existentes entre dos ó más objetos muy lejanos entre sí. De lo contrario, se esponen, como los Cristianos, á confeccionar, con analogías muy forzadas, una tela compuesta de remiendos que parecen homogéneos y no lo son.

Las analogías pueden ser llevadas tanto mas adelante, y ser sus consecuencias tanto más útiles y dignas de confianza, cuanto mayores sean las semejanzas fundamentales y exteriores entre los objetos comparados, cuanto más cercanos sean éstos. Los individuos y los pueblos son dos objetos tan cercanos y semejantes entre sí, que con respecto á su evolucion, no difieren sinó por el espacio de tiempo requerido por esa ley, para producir sus efectos. En el desarrollo intelectual de ambos, las analogías son tales, que constituyen una completa identidad, pues son unas mismas las leyes á que ambos obedecen. La diferencia principal sólo consiste en que el desarrollo de la credulidad es limitado en el individuo, muy extenso en los pueblos, é ilimitado en la humanidad.

Indudablemente, todo cuanto ha tenido lugar en la série de nuestros antepasados en civilizacion, ha sido la repeticion amplificada de lo que se verifica siempre en el individuo civilizado, pero tan activo, que no se detenga á mitad de camino.

Los individuos recibimos de nuestros padres, bajo la forma de creencias religiosas, las interpretaciones infantiles de todo lo que