Brehm y tantos otros autores eminentes, que se han ocupado de la Fauna Americana, parece que ya el tema estuviera agotado. No es así.
Entre las infinitas manifestaciones de la vida y costumbres de nuestro Tigre, en su enorme dispersion geográfica (ambas Américas), aún hay mucho que decir de él, ya nuevo, ya apoyando lo aseverado, ó corrigiendo lo mismo, cuando los datos han sido adquiridos de malas fuentes ó con cierta precipitacion.
En nuestra República, el Jaguar se encuentra desparramado en casi todo su territorio, menos en la parte austral inferior, á la que no llega; pero no por eso deja de acercarse á ella lo más que puede, como lo prueba el nombre de Monte Tigre, dado á una elevacion que se halla cerca de la costa del Atlántico, un poco al Norte del Rio Gallegos (52 kilómetros) en el territorio nacional de Santa Cruz, es decir, casi hasta los 52° de Latitud Sur; y si el Tigre ha llegado hasta allí, bien pudo haber alcanzado hasta el estrecho de Magallanes.
En el vocabulario de la lengua Tehuelche hállase tambien la palabra Tigre (Halshehuen).
Si remontamos más al Norte, á la region que fué ocupada por los Araucanos, hallamos á cada paso, entre los nombres geográficos, el de Nahuel (Tigre) y no es difícil tampoco encontrarse con el animal, sobre todo entre los grandes carrizales que bordan los rios que cruzan la Pampa.
El Tigre, desde esta comarca, continúa hallándose sin interrupcion, aumentándose naturalmente el número de ejemplares en las partes mas desiertas. Todas las provincias Argentinas tienen ó han tenido tigres, y aun hoy, en las más pobladas, como la de Buenos Aires, hállase por acaso alguno, que, fiel á la vida peregrina inherente á sus costumbres y modo de ser, llega á veces de muy lejos, para proporcionar á los cazadores una variante en su sport favorito y un cuero vistoso para adornar algun salon de lujo.
Los grandes rios son el vehículo de transporte de los tigres, que gustan habitar sus márgenes tan pobladas de caza, y en su persecucion recorren poco á poco grandes trayectos, emigrando generalmente hácia el Sur.
El Rio Paraná es el que posee mayor cantidad de estos