Página:Romancero selecto del Cid (1884).pdf/147

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
141
ROMANCERO DEL CID

Arias Gonzalo, ese viejo,
ansí le había fablado,
después que hubo entendido
lo que Ordoño ha razonado:
—Non debiera yo nacer
si es como tú has contado;
mas yo acepto el desafío
que por ti es demandado,
y te daré á conocer
no ser lo que has publicado.—
Y á todos los de Zamora
d’esta manera ha fablado:
—Varones de grande estima,
los pequeños y de estado,
si hay alguno entre vosotros
que en aquesto se haya hallado,
dígalo muy prontamente;
de decillo no haya empacho.
Más quiero irme d’esta tierra
en África desterrado,
que no en campo ser vencido
por alevoso y malvado.—
Todos dicen á una voz,
sin alguno estar callado:
—Mal fuego nos mate, Conde,
si en tal muerte hemos estado;
no hay en Zamora ninguno,
que tal hubiese mandado.
El traidor Bellido Dolfos
por sí solo lo ha acordado:
muy bien podéis ir seguro;
id con Dios, Arias Gonzalo.