orgánica, ó sea su argumento en general y su desarrollo lógico en escenas sucesivas y motivadas.
La acción de Ruy Blas, desde el principio hasta el fin, sin que intervenga casi el elemento moral ó el órden necesario de los acontecimientos, y ni siquiera la causalidad empírica ó la fatalidad misteriosa, está circunscrita á una intriga tan inverosímil como inconsistente, sostenida en equilibrio instable sobre la punta de un alfiler, y ella constituye toda la trama del argumento. Sin embargo, como drama histórico no es tan inverosímil del punto de vista de los hechos en su conjunto y en su medio. Es conocida en la historia la escandalosa privanza de don Fernando de Valenzuela, favorito de la reina María Ana de Austria, viuda de Felipe IV, y madre de Carlos II, que pícaro, medio poeta y más ó menos lacayo como Gil Blas y como Ruy Blas en sus primeros años, llegó á ser grande de España, y ocupó los más altos puestos en la monarquía austriaco-española de Carlos V, por el favor de una mujer y de una reina. Víctor Hugo, ha transportado el argumento histórico á la época de Carlos II de España, atribuyendo á su segunda esposa María Ana de Neuburgo, la aventura de su antecesora, procurando idealizarlo.
Considerado el drama bajo su aspecto psicológico, ó sea la concepción de los caracteres, éstos no sólo no son tipos humanos, pero ni siquiera reflejan la misma intención del autor en este orden: no son tampoco siluetas que reproduzcan las líneas generales de un tipo: son figuras recortadas en cartón como