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SENADO CONSERVADOR

den ser dirijidas por la influencia de un poder particular, para uniformarlas en su opinion, i sobre todo, entre cinco majistraturas, i debiendo proponer cada una hasta tres ciudadanos, sin esclusiva preferencia provincial; (pues los consejos solo pueden calificar uno de su departamento,) es casi imposible que se conduzcan por otro principio que el de la aptitud notoria; porque, quedando al pueblo la iibre elección de uno entre todos los propuestos, el único Ínteres i pasión que pueden obrar en los calificadores es el de la emulación i certamen de gloria, escojiendo cada majistratura los mas dignos, para que el pueblo prefiera su calificación.

Ménos podrá ser corrompido el pueblo elector, que se halla diseminado en una multitud de asambleas parciales, de uno a otro estremo de la República, i que en cada una son sorteados los electores. La reunión del pueblo en un solo punto, puede sufrir el influjo o afecciones locales, como puede sufrirlas un Congreso o un Parlamento; pero no así las asambleas tan repartidas.

Aun creo mas interesante otra ventaja de estas elecciones, que consiste en que, sin el menor resabio de capitalismo, destruyen todo conato de federalismo. Con este objeto se declaró en el primer artículo de la Constitución, que el Estado de Chile es uno e indivisible, i la Representación Nacional solidariamente por toda la República. En efecto, las representaciones parciales por provincias para formar un Senado u otra clase de lejislatura, establece un federalismo implícito, que es mucho mas ruinoso que el constitucional i manifiesto; porque en éste, la majistratura nacional universal solamente decide sobre los intereses comunes a toda la República, verbi gracia la guerra, las alianzas, los gastos federales; pero en el federalismo implícito, cada representante se interna i decide en las domesticidades de las otras provincias; i como procurador de la suya, exije que los caudales', las obras públicas, el mínimum de las contribuciones, todo sea para su pueblo, con perjuicio del bien jeneral, hasta que 'estas pretensiones i partidos arruinan la Lejislatura i la Constitución. Por esto, la representación provincial solo debe establecerse lítilmente en los Estados federativos o en los rao nárquicos constitucionales, donde una Cámara de nobles unidos, representando i protejiendo únicamente al Gobierno, contrapesan i retinen los intereses provinciales que, a vista de la oposicion, olvidan los intereses locales. Fuera de esto, en Chile es tan desigual la poblacion de sus departamentos que, tomando como es debido el número de representantes de cada uno por la base de la poblacion, siempre la representación de la capital excedería a los otros deparlamentos reunidos i se establecería un formal capitalismo.

Así es que la Constitución forma consejos departamentales en cada provincia, cualquiera que sea su poblacion, con igual facultad de calificar las, personas beneméritas i a propósito para los empleos jenerales, que es todo lo que importa al bien del Estado; i que, siendo elejidos por toda la Nación de mancomún, la representen solidariamente sin afecciones parciales, i concede también a las provincias, que cada una en particular proponga sus mandatarios locales, sin ser arrastradas del voto jeneral i tal vez prepotente de las otras. Es difícil hallar equilibrio mas exacto i delicado entre partes tan heterojéneas.

H. —Lástima será que con una elección tan preservada de la intriga i de toda influencia provincial, no establezca la Constitución estímulos i medios oportunos para labrar el mérito de los ciudadanos, i proclamarlo a la Nación electora. En esta parte fueron insignes los griegos i romanos, i sus juegos Olímpicos Ismicos Píticos, Nemeos, etc. sus coronas cívicas, murales, estatuas i demás honores concedidos al mérito, lo estimulaban hasta el entusiasmo i hacían conocer a toda la Nación. Solo tuvieron el defecto de que se dirijian mui poco a las virtudes morales i aun a las cívicas, contentándose con distinguir el valor, la fuerza física o el injénio; i sin duda que la probidad de Arístides, la integridad de Focion i la piedad filial de Torcuato quedarían desconocidas si no hubieran recaído sobre grandes jenerales. En nuestros siglos nada veo que se asemeje a esta gloria popular que es el manantial del heroísmo, ni ménos a fomentar la moralidad nacional, sin la cual los hombres forman una sociedad de fieras disfraza das con modales finos i cultura esterior. La institución de la Lejion de Honor tomó algo de los modelos griegos, pero le faltó el aliciente del entusiasmo popular, i las gracias dispensadas por un Soberano jamas pueden compararse a la incorruptible calificación de la opinion pública.

D. —Precisamente es en esta parte, donde nada tiene que envidiar la Constitución chilena a los incentivos de gloria griega i romana, ni a la moralidad de Persia o Esparta. Contraigámonos primero al modo con que forma el mérito, i despues al decoro i gloria con que lo presenta a la opinion pública.

Aun no estamos en estado de examinar los grandes resultados que promete el artículo 249 cuya sola indicación ofrece las bases para el mérito i la moralidad mas útil a la felicidad social. " En la lejislacion del Estado (dice), se formará el código moral que detalle los deberes del ciudadano en todas las épocas de su edad i en todos los estados de la vida social, formándose hábitos, ejercicios, deberes, instrucciones públicas, ritualidades i placeres que transformen tas leyes en costumbre, i las costumbres en virtudes cívicas i morales." Cuánto hubo de bueno en el admirable gobierno de los Incas i cuánto contribuyó a la prolongada permanencia del de Lacedemonia e Imperial de la China, todo se debe a este gran principio de transformar las ieyes en costumbres, i al que ha