Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo VII (1823).djvu/7

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
10
ANTECEDENTES

Estado, que, instruidos suficientemente, los imponga de la situación actual de las cosas con los documentos conducentes al logro de los objetos de este reglamento, de que llevarán copias.

El patriotismo i probidad de los individuos de la Junta Gubernativa es la garantía en que mas fia esta Comision, i la que, a presencia tambien de las circunstancias, la hace abstenerse de entrar en un reglamento mas detallado. —Santiago, 30 de Enero de 1823. —Juan Egaña.Bernardo Vera. —Joaquín Campillo.


Núm.5[1]


Señor don Ramon Freire.
Quechereguas, Enero 30 de 1823.

Mi distinguido amigo:

Me he acercado a este punto, autorizado por el documento número 1 que va en copia. El espresa en grande la situacion política del Estado i la necesidad de tomar prontas medidas que concilien los intereses jenerales, los particulares de esa provincia i el crédito esterior que nos es tan importante. Todo se alcanza con la presencia de Ud., i ¡cuán lisonjero me seria que se acercase también don Juan de Dios Rivera! Los señores diputados de Concepcion insisten en el nombramiento de tres individuos que representen por las tres provincias (miéntras se forma el Congreso), i yo les concedo mas de lo que piden, por que me convengo en que el Director delegue el mando en una persona que sea de la mayor confianza de Ud. Discurramos ahora sobre la legalidad de ámbas medidas i sobre su conveniencia.

Primeramente, obligar a un gobierno que ha recibido su mando de los pueblos, a que lo renuncie ante la fuerza, no es legal. Tampoco lo es pedir que esta fuerza nombre a los representantes de las provincias, porque éste es un atributo de los pueblos. Sujetarse las provincias de Concepción i Coquimbo al nombramiento que haga el pueblo de Santiago, es renunciar sus derechos a la representación. A mas de esto, la renuncia debia preceder a la eleccion, i ¿ante quién se hacia? Siempre resultaria un período de acefalía, que es una monstruosidad en la organizacion de los gobiernos, los cuales, por otra parte, tampoco representan provincias sino hombres.

Ahora, veamos las ventajas de mi proposicion. El documento número 2 dará a Ud. una idea del estado de nuestras fuerzas en el Perú. Ellas exijen un pronto auxilio, i sin él, se perdió todo lo trabajado, i Chile empieza una nueva carrera de desgracias. El Director O'Higgins, fuera del mando, siempre inspiraria recelos a los hombres que se hubieren comprometido contra él, i los jefes que están dispuestos a defender su Gobierno, despues de hacer con sus esfuerzos a conservarlo, correr torrentes de sangre si eran vencidos, quedaban en el mismo caso que el Director, es decir, inspirando desconfianzas i causando anarquías eternas que acababan con las glorias de la República i con nuestro crédito esterior. I bien, para salvar estos complicados embarazos hemos propuesto a los señores diputados que el Director delegue el mando, miéntras se forma el Congreso, en una persona que sea de la opinion jeneral. ¿Quién mejor que Ud.? ¿Quién mas agradable a esa provincia? Pero supongamos invencible la repugnancia i resistencia de Ud. para este cargo, ¿por qué no se fijan Uds. en un hombre que reúna las calidades de ser de su confianza, de crédito jeneral, i capaz de prestarse al pronto auxilio que exije el Perú? Convenidos, en este individuo el Director hace su delegacion. Sale con honor de su destino, i se pone a la cabeza del auxilio que debe salir para el Perú. De este modo se salva Chile de la anarquía; se salva el Perú de caer en poder de los enemigos; tienen un destino honorífico todos los militares comprometidos, i continúan las glorias de la Patria. Vea Ud. si es lisonjera esta proposicion. Lea Ud. las cartas de una parte de los sujetos con quienes se ha conferenciado este plan, i reflexione Ud. sobre su carácter honrado. Por nuestra parte, concebimos tal confianza en la admision de este bello proyecto, que ya no se pensó mas en guerra. El documento número 3 asegurará a Ud. de esta verdad, pues a mi tránsito hice retirar para la capital las tropas que cubrian estos pueblos, i sin este bello proyecto conciliatorio ¿habria yo emprendido tan penoso viaje sin descansar de las fatigas que me causó el de Buenos Aires? ¡Cuánto siento, mi amigo, que no nos veamos en este momento para desenvolver mejor este precioso plan! El señor comisionado va bien impuesto, i podrá esplanar algunas ideas que ahora se me escapan con la precipitacion que escribo para no dilatar el momento de dar a Ud. un fuerte abrazo. —Suplico lo dé Ud. a mi nombre al amigo Rivera i mande a su invariable, apasionado i S. —Miguel Zañartu.

P. D. —Aunque me parece escusado, cuando hablo del crédito de nuestro país, documentar esta asercion, no estará demás que lea Ud. i los señores de la Junta de esa provincia el número 151 en que habla el señor Irisarri sobre este particular. Tambien agrego como importante copia una carta escrita al señor Cabero, en que se habla de los nuevos esfuerzos que hace la obstinada España para nuestra subyugacion. Esto es alarmante despues de los fuertes auxilios de dinero i pertrechos que ya sabrá Ud. ha recibido


  1. Este documento ha sido trascrito de la coleccion impresa que corre bajo el rubro de Documentos interesantes a la historia de la revolución de Chile. (Nota del Recopilador.)