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202 CONGRESO NACIONAL

letras por valor de ciento sesenta i tantos mil pesos que los señores Barclay, Herring, Richardson i Compañía habian suplido a los ajentes del empréstito para pagar el dividendo de Setiembre, cuya suma en mayor cantidad iba ya caminando a Inglaterra, según se ha dicho. Calculando por el estado en que se hallaba entónces la negociación de estanco, que el término de seis meses era suficiente para saldar todas nuestras cuentas i pagar las citadas letras, las aceptamos con este plazo, contando ya de este modo con que quedaba también pagado el semestre que se venció en Marzo próximo pasado; pero el desorden con que ha marchado i marcha este negocio, por las causas que a US. i a todos jeneralmente son notorias, ha hecho que se errase nuestro cálculo i que en el término prefijado no hubiésemos podido cubrir nuestros empeños. Sin embargo de esto i de haber protestado al Gobierno que suspenderíamos toda ajencia para allanar caudales que remitir a Inglaterra por las razones que en la misma nota esponemos,nos resolvimos a practicar las mas eficaces dilijencias que a US. constan, particularmente para proporcionarnos dichos fondos; mas, ellas solo sirvieron para hacernos conocer que todos temen ya i nos retiran sus confianzas, esperando que la fuerza de la opinion cause su ruina de un dia a otro. Nuestras espresadas dilijencias acabaron de hacerse infructuosas con las últimas tristes noticias de los atrasos del comercio en Inglaterra, falencias de casas tenidas por respetables, falta de pago de letras jiradas contra personas o establecimientos del mejor crédito, etc.

Todo el producto de las ventas de especies estancadas es destinado actualmente a pagar las espresadas libranzas de los señores Barclay, Herring, Richardson i Compañía, i a cubrir algunas cantidades que tomamos a Ínteres para la compra de algunos nuevos abastos que necesitábamos; de manera que, faltándonos el primer recurso, que es el crédito, i no teniendo suma alguna en efectivo disponible, no encontramos absolutamente arbitrios que puedan libertarnos de las angustias en que nos han puesto las causas espresadas.

Estos son, en globo, los motivos accidentales que han dificultado el cumplimiento de la obligación por que US. nos reclama; pero hai otros radicales de mayor influencia i que jamas estará a nuestros alcances el superarlos. Un torrente de opinion erijida i tolerada contra este negocio i sus empresarios, ha hecho irremediables los mas escandalosos abusos. Los contrabandos no solamente se emprenden al abrigo de la ocultación, sino que ha habido vez que han sido sostenidos a mano armada. Las siembras de tabaco se permiten en los territorios sin el menor respeto i sumisión a las órdenes del Gobierno, siendo unas veces cómplices los mismos jueces territoriales i tolerándose otras, no como una infracción contra los primeros intereses del Estado, sino considerandolos como un equitativo descuento que se hace a unos empresarios monopolistas i que rebozan en riquezas fiscales. Imbuidos de estos principios ¿qué resultados pueden esperarse prudentemente? Nosotros no tenemos hombres ni caudales para rejistrar palmo a palmo los territorios de la estension del Estado, ni ménos sus cordilleras; pero, en los exámenes practicados conforme a nuestros alcances, se han encontrado mas de trescientas sementeras de tabaco, algunas con mas de cuarenta mil plantas; siendo mas terrible que hemos sufrido juicios contenciosos reclamando daños i perjuicios porque se han destruido legalmente.

Sobre todo, el réjimen político hace mas difícil la ejecución de las providencias que se toman sobre clandestinidad de sementeras, i aun desembarcos marítimos de especies estancadas; no es posible centralizar ni dar impulso con la correspondiente enerjía a las providencias económicas i coactivas, en los puntos donde el respeto i la opinion de una asamblea se manifiesta contra este establecimiento i sus empresarios.

Señor Ministro, el buen éxito de esta empresa, indudablemente ha pendido i pende de la influencia i respetabilidad de los que la manejan, de la sumisión a las providencias legales que ellos dicten. Una vez burladas, casi no hai arbitrio para reparar los daños que se siguen si los contraventores no son escarmentados legalmente, i del modo que no puede esperarse en una época en que cada uno se cree autorizado para obrar como quiere i en que la lenidad o disimulo de la mayor parte de los que administran la justicia, autoriza, digámoslo así, a contravenirlas con la confianza en la impunidad. ¿I qué éxito podremos esperar nosotros en una negociación cuyo principal apoyo i garantía consiste en la inviolabilidad de los pactos, i en la eficacia i respetabilidad de las providencias para sostenerlos? Cuantas se dicten pueden ser estériles, especialmente despues de exaltada i jencralizada como está la opinion contra los empresarios. Bastante lo comprueba el grito tan notorio como jeneral que se lia levantado contra nuestras personas. Cuando ántes de la empresa nos lisonjeábamos de merecer, por nuestra conducta, el mejor concepto, hoi, sin haberla variado, somos el objeto del odio i maldecidos por todos. Cada dia oiamos una nueva anécdota sobre nuestros procedimientos, en que, o somos pintados como detestables o puestos en ridículo. Son mili raros los que no nos nombran con los epítetos mas odiosos i degradantes; infinitos pasquines han llegado a nuestras manos que, dentro i fuera de Santiago, amanecen, levantando contra nosotros las imposturas mas horrorosas para concitar el odio público.

Los ataques de las prensas, i todo, todo ha contribuido a enervar la fuerza de la opinion del crédito i de la respetabilidad que necesitamos para hacer efectivas nuestras providencias. Se ha llegado a suponer que hemos entrado en la empresi por hallarnos fallidos i sin otro objeto que el