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SESION DE 22 DE SEPTIEMBRE DE 1834

oficiales del Ejército que, por sus ordenanzas i fuero especial, tienen determinado órden de juicios, se hallan también comprendidos en el espresado artículo, o si deberá sujetárseles a lo que está prevenido en estas para tales casos.

El Presidente de la República, animado del mas sincero deseo de conciliar la exacta observancia de las leyes con el acierto de sus resoluciones, solicita del Congreso Nacional una declaracion espresa i terminante para proceder en los casos de esta naturaleza.

Dios guarde a V. E. —Santiago, Setiembre 12 de 1834. — Joaquín Prieto. José Javier de Bustamante. -A S. E. el Presidente de la Cámara de Senadores.


Núm. 347

Tengo la honra de acompañar a V. E. el adjunto memorial i los documentos que ha presentado doña Cármen Hidalgo, viuda del finado Ministro de la Corte de Apelaciones don José María Villarreal, para que, sometiéndolos a la deliberacion de la Cámara que preside, llegue a adoptarse por el Congreso Nacional una medida por la cual se premien los servicios de aquel distinguido patriota.

Las razones i comprobantes en que se apoya esta solicitud, han merecido la aprobacion del Consejo de Estado, i con su audiencia la recomiendo eficazmente al Congreso Nacional para que la considere con la preferencia que le permiten sus importantes tareas.

Dios guarde a V. E. —Santiago, Setiembre 22 de 1834. —Joaquín Prieto . Joaquín Tocornal. —A S. E. el Presidente de la Cámara de Senadores.


Núm. 348 [1]

Excmo. Señor:

Doña Cármen Hidalgo viuda del finado Ministro de la Iltma. Corte de Apelaciones don José María Villarreal, a V. E. respetuosamente espongo: que, oprimida del mas acerbo dolor por la pérdida de mi esposo, e instigada de la necesidad de alimentar a doce hijos huérfanos que me rodean, no ménos que penetrada de la justicia de mi solicitud, espero que la benignidad del Gobierno otorgará algún lenitivo para tamaños males.

Si hai grandes servicios son seguramente los que se prestan en el conflicto, cuando se principiaban a hacer esfuerzos por la emancipacion política, se desconfiaba del buen éxito, se luchaba con preocupaciones i obstáculos de todo jénero, i cuando las venganzas del implacable enemigo amagaban con la inevitable ruina en la mas que posible desgracia de un trastorno. Villarreal arrostró por todo, i desde el principio de nuestra gloriosa revolucion le consagró su activa cooperacion. Entónces obtuvo los cargos de asesor del Cabildo, secretario de hacienda, etc., entre un sin número de comisiones delicadas. Antes de ocho dias del triunfo de nuestras armas en Chacabuco fué llamado para la asesoría de la Intendencia, empleo el mas difícil i arriesgado en aquellas circunstancias. Él tuvo casi que abandonar el bufete en la época en que Chile ha sido mas productivo por servir la secretaría del Senado, Asesoría del Consulado, Tribunal de Minería, Cabildo de esta ciudad, la del Gobierno político i militar de Valparaiso, i la judicatura de primera instancia i de comercio de este puerto. Su infatigable contraccion al servicio público no le limitaba al fiel desempeño de los empleos que obtuvo; sino que constantemente era llamado a infinitas comisiones laboriosas, i entre ellas le cupo la de formar la contribucion provisoria de 1818, que fué el primer ensayo permanente de una modificacion reglada del poder.

Jamas rehusó trabajos de cuantos se le exijían, i el Tribunal del Consulado, cuando en 1826 le encomendó la judicatura de Comercio de Valparaiso, quedó tan penetrado de las angustias a que le reducía este nuevo destino, que ofreció recomendar a la Lejislacion inmediata el relevante mérito que contraía aceptándolo, a fin de que se le indemnizase con algún sueldo compensativo pecuniario.

La premura del tiempo i amargura del dolor no me han permitido reunir mas justificativos que los que presento en forma de los muchos destinos que sirvió mi difunto esposo; pero ellos son motivos, i talvez no habrá uno de los empleados en la administracion pública a quien personalmente no conste el mérito relevante de Villarreal. Valga por muchos el que contrajo en la Ilustrísima Corte de Apelaciones, donde para llenar satisfactoriamente sus penosos deberes tuvo que luchar por cinco años con los tenaces ataques de la enfermedad mas atroz que puede aflijir la especie humana e igualmente con padecimientos de todo jénero. Su salud debilitada no le permitía aprovechar en beneficio suyo el tiempo libre de que disfrutan otros majistrados para contraerse a trabajos lucrativos, i su delicadeza pundonorosa le hacía posponer constantemente su alivio al desempeño de las funciones ministeriales de que otro se habría escusado talvez con ménos achaques. Él consumió durante su penosa vida, en el sosten de la numerosa familia, la escasa renta que percibía, i cuando la muerte le ha arrebatado de entre nosotros, su escrupulosa exactitud i virtuoso desinteres solo nos ofrecen por recompensa un porvenir funesto,

  1. Este documento ha sido trascrito de un volumen del Archivo Jeneral, titulado Comunicaciones con las Cámaras Lejislativas 1831-34. —(Nota del Recopilador.)