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SESION DE 13 DE AGOSTO

parte de la España, i que, aunque no le es indiferente, no está preparada para admitirlo sino bajo la forma republicana que ha jurado sostener i sin ninguna estipulacion onerosa i mucho ménos que fuese degradante a los arjentinos.

El infrascrito saluda al Excmo. señor Ministro Plenipotenciario a quien se dirije con su distinguida consideracion. —Buenos Aires, 10 de Enero de 1834. —Año 25 de la Libertad i 19 de la Independencia. —Tomas Guido. —Al Excmo. Señor Ministro Plenipotenciario, doctor don Manuel Moreno.

IV

El infrascrito, Ministro de Relaciones Esteriores de la República Arjentina, tiene la honra de dirijirse al Excmo. señor Ministro de igual departamento del Estado de Chile, para acompañar a S. E. una copia fiel de las comunicaciones oficiales que el Gobierno de Buenos Aires ha recibido por el último paquete de Inglaterra, relativas al plan iniciado por la Corte de España para monarquizar la América del Sud bajo el reinado de uno de los miembros de la familia real de los Borbones.

El Gobierno de Buenos Aires está persuadido de que el señor Ajente de Negocios de Chile en Paris, habrá informado a su comitente de esta grave ocurrencia, i quizá dádole mejores detalles por su inmediacion al teatro donde se ha urdido la insidiosa trama del Monarca español; pero, tratándose de una nueva existencia política de estos paises en que naturalmente se envuelve la de esta República, i ocupados en este plan los mas tenaces enemigos de la Independencia americana, cree S. E. de su deber trasmitir a los Gobiernos continentales ésta i cualquiera otra noticia que reciba en relación con el mismo objeto, confiado absolutamente en la franca reciprocidad con que será instruido por ellos mismos, si llegasen a percibir algo de la Europa de trascendencia a la suerte futura de la República Arjentina.

Si la simpatía de la causa que hemos defendido, si los sacrificios injentes que ha costado a la América su Independencia, si por fin la participacion fraternal de glorias i peligros que ha existido entre los nuevos Estados americanos, han debido ejercer un influjo benéfico para proscribir todo principio de disidencia, i para acercarlos a un punto de contacto i de alianza en cuanto se refiera a las bases fundamentales de su existencia nacional, el suceso que motiva esta nota esfuerza la necesidad de entenderse, i de concertar las bases de una política unísona para repeler dignamente toda tentativa que sobreviniere de parte de la España, o de cualquiera otra Nacion europea para cambiar el destino de los nuevos Estados americanos.

La muerte de Fernando VII, bajo cuyos auspicios se inició el proyecto de dar a los que fueron sus dominios un Rei de su casa, ha suspendido los trabajos preparados con este objeto, i si la Península, como es de recelar, se intrinca en la guerra civil con que ya se disputan los derechos de sucesion a la corona de España, la América del Sud tendrá el tiempo suficiente para predisponer los medios de afianzar su destino, i para ponerse de acuerdo en la conducta que debe seguir si se renovase la proposicion impertinente, de parte del Gobierno peninsular, de reconocer la Independencia de los nuevos Estados, a condicion de que se sometan a un Rei español.

Sin que el Gobierno de Buenos Aires se permita dudar por un momento del sentimiento que excitará en la administracion ilustrada i patriótica de la República de Chile la ominosa maniobra del Ministerio de Madrid, S. E. interpela en nombre de los derechos políticos de la América, un pronunciamiento positivo sobre el concepto que haya merecido al Gobierno chileno la tentativa de la Corte española para establecer en este continente una dinastía de Borbones, pronunciamiento que se solicita igualmente de los Gobiernos de Bolivia i Perú para robustecer con él el que acaba de trasmitir a su Ministro en Lóndres el de la República Arjentina, a saber que jamas se prestará ésta a excepcion alguna con la España por el reconocimiento de su Independencia, i que aunque no le será éste indiferente por cuanto resuelve perentoriamente el problema que ha dado lugar a la política ambigua de otras Naciones para con las que fueron colonias españolas, ni la solicita ni está preparada a admitirla jamas, sino dejando a salvo la forma republicana que ha jurado sostener, i sin ninguna estipulacion onerosa i mucho ménos que fuese degradante a los arjentinos.

El Gobierno de Buenos Aires, Encargado de las Relaciones Esteriores de esta República, está persuadido de que hallará en la política del de Chile hácia la España una perfecta coincidencia con la declaracion que el infrascrito tiene la honra de comunicar de órden de S. E., i al cumplir con este deber, se honra en saludar al Excmo. señor Ministro de Relaciones Esteriores de Chile con su mas distinguida consideracion. —Buenos Aires, Enero 25 de 1834 —Año 25 de la Libertad i 19 de la Independencia. —Tomas Guido. —A S. E. el Señor Ministro de Relaciones Esteriores de la República de Chile.


Núm. 448

A la nota anterior se contestó por el Gobierno de Chile lo siguiente:

Excmo. Señor:

La nota de V. E. de 25 de Enero último, i las copias que la acompañan, relativas a un plan iniciado por la España pata monar