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CÁMARA DE DIPUTADOS

mero de Diputados necesarios para que hubiese sala, porque se retiraron algunos.

Se levantó la sesion.

ANEXOS

Núm. 349


memoria que el ministro del departamento del interior presenta al congreso nacional en 1843.

Señores:

Hai en nuestra Carta fundamental una disposicion que tiene sin duda un grande objeto: es la que impone a los Ministros del despacho el deber de dar cuenta anualmente al Congreso del estado de la Nacion en lo relativo a los negocios del Departamento de cada uno. Ella tiende nada ménos que a poner a los lejisladores en aptitud de apreciar con acierto por sí mismos ese estado; a revelarles los efectos que han producido sus anteriores actos; a hacerles patente las necesidades a que tienen todavía que atender, o los frutos en jérmen, a cuyo desarrollo aun les es preciso cooperar; a descubrirles las dificultades i estorbos que su patriotismo i luces tendrán que vencer; a presentarles, en fin, un cuadro perfecto de cuanto conviene tengan a la vista para el mejor, mas prudente i previsivo ejercicio de sus altas i complicadas funciones. Reconociendo toda la importancia de ese deber, al cumplirlo yo ahora en cuanto concierne a los diversos ramos de la administración pública encomendados por la lei al Ministerio del Interior, bien quisiera que me fuese posible hacerlo de un modo que correspondiese a su fin, que satisfaciese cumplidamente las miras de la Constitucion; pero distintas causas, que mas de una vez, con igual motivo que al presente, se han espuesto al Congreso, i entre las cuales resaltan las que emanan de lo irregular e imperfecta que es aun nuestra organización interna, i de la casi absoluta falta de documentos estadísticos, esencialmente necesarios para tratar con tino i estension de la mayor parte de los indicados ramos, no me permiten satisíacer hoi mis ardientes deseos, i los que sin duda inspiran a la representación nacional su conocido celo i patriótico interes por la ventura i progresos del pueblo chileno. Ni me es dado poner ante sus ojos una pintura acabada de las operaciones del Gobierno por el despacho de aquel Ministerio en el último año lejíslativo, que sin dejar de ser fiel llene del todo las mui laudables aspiraciones de los que, movidos tan solo del amor al suelo en que nacieron, quisieran ver ya anulados el catálogo ciertamente inmenso de lo que nos falta, i de repente realizado en la República el programa grandioso que en sus honrados ensueños se formaron. Partícipe el Gobierno del mismo anhelo, ¿tiene acaso en sus manos el poder májico de dar existencia a lo que solamente puede deberla a la lenta accion del tiempo, a la concurrencia i feliz combinación de multitud de causas independientes de sir voluntad?

Si tal poder tuviese ¿convendria que lo emplease en combatir por esplicarme así, la naturaleza misma, empeñándose en llevar a cabo precipitada e indiscretamente mejoras provechosas en gran manera consideradas en abstracto, pero que, promovidas sin miramientos a las circunstancias, podrian tener resultado funestos, ruinosos para el pais? En suma ¿ha podido i debido el Gobierno en el período a que no ha mucho me referí emprender i complementar otros trabajos fuera de aquellos de que voi a hacer mérito con brevedad en la presente esposicion? Cuestion es esta que merece bien el circunspecto exámen del Congreso i el de todos los que se propongan formar un juicio imparcial i recto sobre la marcha administrativa de uno de los principales Poderes del Estado; cuestión difícil, delicada, que yo me abstendré hasta de intentar el resolver, ciñéndome a pediros os digneis al considerarla echar una mirada al reducido círculo a que la Constitución ha circunscrito acertadamente lo que ese poder puede ejecutar por sí mismo, sin el auxilio i concurso de los demás, i, tener en cuenta los obstáculos que deben oponer, i oponen en efecto a sus operaciones, nuestros antecedentes morales i políticos, la perversa educación i malos hábitos que nos legó el réjimen colonial, los resultados de una época demasiado larga de guerras i discordias, las preocupaciones que levantan sin cesar su voz para atacar todo lo nuevo, o que lo minan encubiertamente, los inconvenientes materiales que no está en la mano del hombre destruir sino a costa del asiduo trabajo de muchos años i de medios de que nosotros aun no podemos disponer, la escasez de ajentes idóneos, i por último, la todavía mui limitada cooperacion del espíritu público, que tantos beneficios hace, que tantos prodijios obra, que tantos embarazos aniquila en los felices pueblos que lo ven brillar en todo su esplendor; en esos pueblos cuyo próspero estado actual comparan algunos todos los dias con el del nuestro, no limitándose a ponernos delante dignos modelos que imitar, sino deduciendo irreflexivamente de tan inadecuados paralelos, que es fuerza nos sea en alto grado desventajoso, consecuencias erróneas, pues echan en olvido lo que fueron aquellos en su infancia, su existencia de siglos, i las mil otras causas que poco a poco los han hecho ricos, poderosos, grandes. He reputado necesario que estas lijeras reflexiones precediesen a la manifestación en que, sin circunscribirme al estricto cumplimiento del artículo 88 de la Constitucion, voi a informaros de las principales medidas que el Gobierno ha dictado