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CÁMARA DE DIPUTADOS

neladas no bastará talvez para la fundicion de todos los minerales de cobre.

Suponiendo, señor, que sean 500,000 quintales los que se estraigan, es necesario que se tengan presentes dos cosas:

1.a Que sólo se estrae el metal de un mineral que pase de un 25 por ciento, porque el de una lei inferior no hace cuenta, no tiene compiador.

2.° (I en esto apelo al testimonio de todos los mineros) que para sacar un quintal de cobre de una lei que excede de un 25 por ciento, se sacan 10 o 12 de una lei que baja de un 25 por ciento. El de alta lei se esporta cuando no tiene comprador; el de baja se pierde.

Los cálculos del señor Domeyko, son sobre todas las cantidades de cobre que se esportan, de las minas del Norte i que esta cantidad de cobre, para reducirse a fundicion necesitaria lo ménos 300,000 toneladas de carbon. Entra en este cálculo, en primer lugar, el mineral que se supone ser 500,000 quintales, el mineral que se estrae en barra i que se ha fundido con grandes gastos, con tal o cual, que es el que tiene primer beneficio de ejes. Sumadas todas estas cantidades mas las de baja lei que han quedado desechadas por la falta de combustibie piden un consumo de 300,000 toneladas.

Los estados de aduana solamente pueden dar una noticia del cobre en bruto, de la barra i del eje que se esporta; pero este cálculo que se haga de las faenas de las minas por los estados de aduana, es mui falible, porque ni pueden traerlo al puerto por falta de compradores, ni tienen leña con qué fundirlo.

Si hai alguna persona capaz de hacer un cálculo exacto en esta materia, es el señor Domeyko, que ha presenciado i presentado todas las operaciones con una escrupulosidad que todo el mundo conoce; 1 a vista de estos cálculos, supone el haber presenciado los hornos de fundicion i haber estado en todas las minas, para poder calcular la cantidad de cobre que se esporta de las minas.

Nadie podria hacer un cálculo exacto de las cantidades de carbon que deben consumirse, sino solamente el que haya hecho estos viajes i presenciado las faenas de las minas con las minuciosidades con que lo ha hecho el señor Domeyko.

En el dia no hai un sólo injenio en el Norte que funda con carbon de piedia, miéntras que hai uno que funde con carbon estranjero, a pesar de los derechos que tiene. La razon es mui clara: porqué este carbon así con todos sus derechos, les sale mas barato que el carbon del pais. Hai otras consideraciones, señor. El empresario que ha pedido proteccion o gracia para la esportacion de cobre en las provincias del Sur, i que va a establecer allí cuatro hornos de fundicion, es el mismo empresario que solicita la fundicion para los minerales del Norte; de modo que los intereses de los fundidores del Norte con los de los fundidores del Sur están perfectamente de acuerdo. No creo que pueda haber otro motivo para que haya un injenio i una máquina de valor en las provincias del Norte, sino el que les hará mas cuenta lo mismo que fundir con carbon estranjero a pesar de los altos derechos que paga. Supongamos por un momento, que las provincias del Norte obtuviesen libre todo el carbon, i que empezasen todos los hornos a usar de él: en tal caso i a la vuelta de cuatro o cinco años, tendrian que suspender, porque asolarian las inmediaciones en mui poco tiempo. Si todos sus negocios toda su riqueza estribaba ya en la fundicion con carbon de piedra, ¿no es seguro que se ha hecho a las provincias del Sur el beneficio mas grande? Porque entónces se ha creado una necesidad que no existía, se ha establecido el consumo de un artículo nuestro que en el dia no lo tiene; i establecida ya la necesidad, establecido el consumo entónces vienen las leyes protectoras en favor del carbon del pais, a fin de que poco a poco vaya éste subrogando al carbon estranjero; pero hacerlo ántes de que se haya satisfecho esta necesidad, seria lo mismo que si el año 12, por ejemplo, que fué cuando por primera vez tuvimos imprenta no hubiera permitido el Gobierno (para fomentar la imprenta) la introduccion de ninguna clase de libros causando con esto un gran retroceso en lugar de un adelanto al pais; pero, al contrario, se dejó libre la introduccion de libros, i ha venido con esto a crearse una necesidad positiva i jeneral de ellos.

Lo mismo vendria a suceder con el carbon de piedra, señor; dejemos que el nuestro vaya desenvolviéndose lentamente a la sombra del estranjero, establézcase la necesidad, establézcase un consumo i entónces entrará a reemplazar el nuestro.

Los cálculos del señor Domeyko son para mi mui respetables, porque todos los ha hecho sobre las mismas minas, sobre los mismos establecimientos de fundicion, i con una circunspeccion que no puede llevarse a mas: cuando habla de los metales que son de corta lei, dice que no se puede esportar este mineral al estranjero i que, de consiguiente, no le hace cuenta trabajarlos al minero, i no teniendo quién se los compre no puede tampoco esportarlos; por esto es que no solamente se encuentran pequeñas porciones sino tambien grandes metaladas de baja lei que no pueden fundirse ni esportarse. Se me ha dicho, señor, no sé si será efectivo, que el empresario que va a trabajar en el sur no piensa fundir con carbon sino con leña; i la razon es mui sencilla, porque le hace mas cuenta la leña en esos lugares.

Que todo el litoral está cubierto de carbon de piedra no tengo duda: i a mas de lo quea este respecto ha dicho el señor Grosnier, puedo citar la obra del capitan Fitsrrol, que dice que