Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXXVI (1845).djvu/253

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
253
SESION EN 13 DE AGOSTO DE 1845

que la presentase odiosa a los ojos de la Cámara, i arredrase aun a los Diputados desafectos al Gobierno, de abogar por ella.

Háse dicho que el Gobierno suscribiéndose a los periódicos, los hace sus sostenedores, o en otros términos, que encadena la prensa i la somete a su política.

Pero, al ver el desenfreno que ha ostentado estos dias el Diario de Santiago, los hombres ménos afectos a la administracion se preguntan si no hai una ventaja real para la moral i las buenas costumbres en esta medida.

¿Va el Gobierno a mandar a toda la República, a las Municipalidades, Jueces de Letras, Intendentes i Gobernadores, publicaciones del carácter del Diario de Santiago? ¿La Administracion va a encargarse de estender por todas partes ese fárrago de calumnias groseras i de conceptos torpes?

Por otra parte, hai en todas las sociedades un interes social de tan alto carácter e importancia, como el de la libertad; este es el interes gubernativo, que no debe ser abandonado a sus propias fuerzas.

Todo ciudadano está en el deber de mantener incólume la libertad i las garantías que la Constitucion le asegura; pero, ¿quién está encargado de sostener el Gobierno de esa sociedad, de esplicar sus actos, de desvanecer las objeciones infundadas?

Una Administracion abandonada al embate diario de las pasiones, intereses e ideas que embarazan su marcha, sucumbiria al dia siguiente de su creacion por justificada que fuese su conducta; i desde que existe libertad absoluta de imprenta, i discusion, la Administracion debe contar con órgano en la prensa, que sostengan el embate de los intereses que están fuera de ella, i que opongan al principio de libertad que todos están en aptitud de sostener, el principio de Gobierno que sólo a la Administracion incumbe desarrollar.

Por falta de nociones tan sencillas ha llegado a creerse que el Estado, o debe protejer toda publicacion periódica, cualquiera que su objeto i tendencia sea, o no protejer ninguna; de donde resultaria el gobierno de la sociedad abandonado a todos los ataques, sin tener un antemural que los contenga en los límites prescritos por la Constitucion i la conservacion del órden.

Esta proteccion del Estado a los periódicos que no se han organizado espresamente para combatir la marcha de los poderes públicos, los cuales deben contar para existir con las fuerzas que representan, trae entre nosotros ventajas de un órden que está distante de ser secundario. Chile ha visto durante la presente Administracion desarrollarse algunas de nuestras publicaciones diarias hasta competir con las mas importantes de América, sino oscurecerlas i aun acercarse en tamaño e importancia a las europeas. Estos diarios han llegado, ya, por la clientela del público, ya por la suscricion del Gobierno a hallarse en aptitud de hacer gastos cuantiosos de redaccion para dar interes e importancia real a sus columnas. Tienen, ademas, una ventaja que no siempre se aprecia debidamente. En paises como los nuestros que apénas han dejado de ser colonias, que aun viven sus mayorías fuera del contacto de las ideas, se necesita que un diario no tenga que adular las pasiones populares para vivir, para que pueda ilustrar cuestiones de gravedad, i aun combatir las ideas erróneas en que nos hemos educado, ya sean liberales ya retrógadas. Esto se ha hecho muchas veces patente en las columnas de El Progreso, que no pocas veces han tenido, como en la cuestion de Cámaras Lejislativas, que combatir doctrinas liberales absurdas, que vienen recibidas i acatadas desde los primeros tiempos de la revolucion; ya en la de la Iglesia i el Estado en que nos ha sido forzoso hacer frente a intereses hondamente apoyados en las ideas recibidas.

Al mismo tiempo se ha visto que la prensa que se llama independiente ha cortejado cuanta preocupacion popular ha podido esplotar para hacerse de prosélitos, traicionando no pocas veces los intereses mas vitales del pais; o contrariando los dictados de su conciencia por faltarle una base segura para hacer frente a los caprichos i preocupaciones del vulgo.

De todos modos, es un hecho averiguado que lo que mas ha contribuido a dar al Ministerio un triunfo tan señalado ha sido el carácter odioso que el Diario de Santiago ha tomado como a disignio en estos dias. Sin publicaciones tan desvergonzadas e inmorales, no habria faltado un Diputado disidente, que hubiese puesto óbice a la partida del Presupuesto, i suscitado una discusion que habia podido dar asidero a las terjiversaciones de la prensa. Pero el Diario de Santiago ha cuidado de hacer en estos dias que la prensa se presente tan inmoral, que nadie se ha atrevido a desplegar los labios. Esto parece fraguado de intento. No parece sino que el Rebujon se hubiese entendido con el Ministro Montt a este respecto; lo que no estrañaríamos conocida la publicidad i falta de principios de aquel escritor.

Sea de ello lo que se quiera, la Administracion ha obtenido de la Cámara un verdadero voto de confianza, tanto mas valioso cuanto que ha sido unánime i tácito. Conceder sin réplica esta partida del Presupuesto equivale a decirle: aprobamos el uso discreto que el Gobierno ha hecho de estos fondos.