Página:Sub Terra.pdf/105

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
103
EL PAGO

gustia de la incertidumbre le estrechaba la garganta como un dogal, de tal modo que cuando el pagador se volvió i le dijo:

— Tienes diez pesos de multa por cinco fallas i se te han descontado doce carretillas que tenian tosca. Debes, por consiguiente, tres pesos al despacho.

Quiso responder i no pudo i se apartó de alli con los brazos caidos i andando torpemente como un beodo.

Una ojeada le bastó a la mujer para adivinar que el obrero traia las manos vacias se echó a llorar balbuceando, miéntras apretaba entre sus brazos convulsivamente la criatura:

— ¡Vírjen santa, qué vamos a hacer!

I cuando su marido adelantándose a la pregunta que veia venir le dijo:

— Debemos tres pesos al despacho, la infeliz redoblo su llanto al que hicieron coro mui pronto los dos pequeñuelos. Pedro Maria contemplaba aquella desesperacion mudo i