Esta página ha sido corregida
EL GRISÚ
En el pique se había paralizado el movimiento, Los tumbadores fumaban silenciosamente entre las hileras de vagonetas vacias, i el capataz mayor de la mina, un hombrecillo flaco, cuyo rostro rapado, de pómulos salientes, revelaba firmeza i astucia, aguardaba de pié con su linterna encendida junto al ascensor inmóvil. En lo alto el sol resplandecia en un cielo sin nubes i una brisa lijera que soplaba de la costa traia en sus ondas invisibles las salobres emanaciones del Océano.
De improviso el injeniero apareció en la puerta de entrada i se adelantó haciendo