Página:Sub Terra.pdf/97

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
95
EL PAGO

Despues de un rato de espera el postigo de la ventana se alzó, empezando inmediatamente el pagó de los jornales. Esta operacion se hacia por secciones, i los obreros eran llamados uno a uno por los capataces que custodiaban la pequeña abertura por la que el cajero iba entregando las cantidades que constituian el haber de cada cual. Estas sumas eran en jeneral reducidas, pues se limitaban al saldo que quedaba despues de deducir el valor del aceite, carbon i multas i el total de lo consumido en el despacho.

Los obreros se acercaban i se retiraban en silencio, pues estaba prohibido hacer observaciones i no se atendia reclamo alguno, sino cuando se habia pagado al último trabajador. A veces un minero palidecia i clavaba una mirada de sorpresa i de espanto en el dinero puesto al borde de la ventanilla, sin atreverse a tocarlo, pero un:

—¡Retirate! imperioso de los capataces le