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Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/109

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hacía crueles muertes y daños. Llegó esto á tanto, que fué menester, que el gobernador enviase de Manila al maese de campo Pedro de Chaves, con gente de guerra, para que muy de propósito remediase el daño, y aunque con muchas dificultades, tuvo tan buena dicha, que hubo á las manos muchas cabezas de los levantados, de que hizo justicia y castigo público, y al mismo Magalat, en su casa y ranchería en que estaba fortificado, le hizo matar por mano de sus mismos Indios, porque se ofrecieron á ello, por premio que se les dió[1]: que de otra suerte parecía imposible, y si Magalat no faltara, tambien lo fuera acabarse la guerra en muchos años, con que quedó quieta la provincia, y asentada la paz.

Por Abril, del año de mil y quinientos y noventa y cinco, salió del Callao de Lima, en el Perú, el Adelantado Álvaro de Mendaña de Neira, á la poblazon de las islas de Salomon, que muchos años antes[2] había descubierto en la mar del Sur, púestole por nombre á la mas principal, la isla de San Cristobal[3]. Llevó cuatro navíos, dos grandes Capitana y Almiranta, y una fragata y una galeota, con cuatrocientos hombres en todos, y á su mujer doña Isabel Barreto, y tres cuñados. Descubrió en el viaje otras islas, en que no se detuvo, y no acertando con las de su descu-

  1. Costumbre seguida ahora por los Ingleses: valerse del dinero y de los traidores para acabar con un enemigo temible. Esta costumbre se usaba desde la más remota antigüedad así en Asia como en Europa.
  2. 1568.
  3. Esta isla aún continúa independiente á pesar de que algunas de su grupo y muchas de las adyacentes han pasado al dominio de Alemania, Francia é Inglaterra, y de que no han faltado motivos para someterla. Tiene en sus bosques magníficos árboles (sándalo, ébano, y guayaco), los habitantes, pocos, en estado salvaje, y no cristianos, han muerto varias veces á las tripulaciones de los barcos, para vengar injurias, en ellos inferidas por los que iban en compra de la madera de sándalo. Wallace cree que esto se debe á la mala reputación de que gozan sus habitantes y sobre todo á su hostilidad al extranjero, y al canibalismo. Esta isla de S. Cristobal está situada a los 10°8′ Lat S y 162° Long. E. Mer. Greenw.