sobre una mesa cubierta de brocado, con sus almohadas de lo mismo, se asentó y dejó la dicha caja con el sello real dentro; cubierta por cima con un paño de tela de oro carmesí. Allí se leyó en público la cédula de la fundacion, y el titulo del presidente, y el de los oydores y fiscal, y fueron obedecidos, y se tomó dellos el juramento acostumbrado. El presidente salió á la sala de la audiencia, donde estaban los estrados bien aderezados, con dosel de las armas reales; donde se asentaron, el presidente y oydores y fiscal, y recibieron los ministros y oficiales de la audiencia, y se leyeron las ordenanzas della, presente la ciudad, y el pueblo que cupo en la sala. Con esto se hizo fin aquel dia, á la fundacion de la audiencia; y de allí á delante, se prosiguió en los negocios della, quedando á su cargo y despacho, todos los pleitos y causas civiles y criminales de su distrito; que es, todas las Filipinas, y tierra firme de la China descubierto, y por descubrir; y á cargo del presidente, como gobernador, los negocios tocantes al gobierno, segun las leyes reales, ordenanzas y cédulas particulares, que se despacharon y trujeron con la audiencia.
Asentada la chancillería de Filipinas en la ciudad de Manila, llegó el aviso á pocos dias de lo sucedido en el reyno de Camboja, despues de la venida de Prauncar, hijo y sucesor de Prauncar Lángara, que murió en los Laos, en compañía de Diego Belloso, y Blas Ruiz de Hernan Gonzalez, y de sus victorias y restitucion en su reyno, como atrás se ha referido, por carta del rey Prauncar, para el gobernador don Francisco Tello, y para el Doctor Antonio de Morga, firmadas de su mano, y con su sello en tinta colorada; escritas en castellano[1], porque mejor se entendiesen, que por ser todas en una sustancia, pareció poner en este lugar la que al doctor
- ↑ Probablemente dictadas por Blas Ruiz ó Diego Belloso, ó por ambos.