su navío junto á la ciudad, en el sitio que Blas Ruiz y Diego Belloso tenían.
Antes que don Luis Dasmariñas saliese con su armada de Manila, trató el capitan Juan de Mendoza Gamboa, que el gobernador don Francisco Tello le diese licencia para ir al reyno de Sian, con un navío mediano, á hacer algunos rescates, y que para mas seguridad de su viaje y despacho, le diese el gobernador cartas para el rey de Sian, que por ellas entendiese le enviaba por su embajador y mensajero, á continuar la paz, amistad, y contratacion, que Juan Tello de Aguirre (el año antes) había tratado con el Sian; y para facilitar mas esta su pretension, viendo que don Luis Dasmariñas (que iba á Camboja) dejaba en Manila algunas municiones, y otras cosas convenientes á su armada para otra ocasion; se ofreció á que las embarcaría en su navío, y haría su viaje por Camboja, donde suponía había de hallar á don Luis Dasmariñas, y se las dejaría. Pareció al gobernador lo uno y lo otro á propósito, y habiéndole dado los despachos necesarios, salió de Manila con su navío, llevando por piloto á Juan Martinez de Chave, que lo había sido de Juan Tello que fué á Sian: y algunos compañeros marineros é Indios de la tierra con cantidad de siguei[1] y otros rescates, y con las municiones y bastimentos que había de llevar á don Luis; embarcóse con él fray Juan Maldonado, con un compañero, religiosos de la Orden de Santo Domingo, persona grave y docto, y muy particular amigo de don Luis Dasmariñas, á quien su religion gustó de enviarle para su compañía. Salieron de Manila (sin saber de la pérdida de don Luis)[2] dos meses después que se había hecho á la vela, y atravesando por cima los bajos, llegaron con brevedad á la barra