pondiendo, debiendo el almirante Juan de Alcega, conforme á la instruccion que el Oydor el día anterior le había dado, de barloar juntamente con la capitana, y aferrarse con ella, pareciéndole que ya aquello estaba acabado, y que la almiranta del corsario se iba alargando, y que sería bien tomarla, dejando las capitanas, arribó á popa sobre Lamberto Viezman, con todas las velas, y le siguió, hasta ponerse con él. Oliver de Nort, que se vió solo, y con mejor navío y artillería que el Oydor tenía, no esperó mas la respuesta del partido que primero pedía, y comenzó á pelear de nuevo con su mosquetería y artillería. Fué de ambas partes tan porfiado y reñido el combate, que duró mas de seis horas, entre las dos capitanas, con muertes de ambas partes; pero siempre el corsario llevaba lo peor, pues de toda su gente, no le quedaron vivas quince personas, y esas muy estropeadas y hechas pedazos[1]. Ultimamente el corsario se puso fuego en su nao, cuya llama subía alta por la mesana y parte de popa; fué necesario al Oydor, por no peligrar en su nao, recoger la bandera y gente que tenía en la del enemigo, y desaferrarse y apartarse dél como lo hizo, hallando que su nao con la fuerza de la artillería de tan largo combate (como navío poco fortificado) se había abierto por la proa, y hacía tanta agua, que sin poderla vencer se anegaba; el corsario, viendo el trabajo de su contrario, y que no le podía seguir, se dió priesa con la poca gente que le quedaba, á matar el fuego que su nave tenía, y habiéndole muerto, se puso en huida con el trinquete, que le había quedado, y destrozado por todas partes, y desaparejado y sin gente, llegó á Borneo y la Sunda, donde fué visto tan acabado y deshecho, que
- ↑ Según el Holandés, le debieron quedar 48 personas, pues en su capitana tenía 53 antes del combate, habiéndosele muerto 5 y saliendo heridos 26.
negaban ya á pelear. En el relato de su viaje, Olivier Van Noort no habla de este paso, por razones fáciles de comprender.