respuesta, y aguardaba con brevedad una armada de muchos navíos de Inglaterra, y de las islas, con cuyo favor pensaba hacer grandes cosas, en perjuicio de Tidore, y de las Filipinas. Entretanto, tenía en Terrenate algunos Flamencos é Ingleses, que le habían quedado en prendas, con un factor, que entendía en el rescate del Clavo; habiendo estos traido muchas y lucidas armas para comprarlo, con que la isla de Terrenate estaba bien llena y proveida de ellas. El rey de Tidore, y el capitan mayor, escribían cada año al gobernador de las Filipinas, dando á entender lo que había, para que con tiempo se remediase, y se les enviase socorro; y una vez vino por el á Manila, Cachilcota[1], hermano del rey de Tidore, grande soldado, y de los de mayor fama de todo el Maluco, siempre se les dió gente, bastimentos y otras municiones; lo que mas deseaban era, que fuesen de propósito sobre Terrenate[2], antes que el Ingles y Holandes viniesen con el armada que esperaban; esto no se podía hacer sin orden de su Magestad, y mucha prevencion y aparato para semejante empresa, siempre se hacía el mismo recuerdo de Tidore; y últimamente, en este gobierno de don Francisco Tello, volvió con esta demanda el capitan Marcos Diaz de Febra, que trujo cartas al gobernador y á la audiencia, del rey, y del capitan mayor Rui Gonzalez de Sequeira, diciendo lo que pasaba, y la necesidad que había, por lo menos de enviar socorro á Tidore; y en particular escribió sobre ello el rey á el doctor Antonio de Morga (con quien se solía tratar) la carta que se sigue escrita en lengua portuguesa, y firmada en la suya.