Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/242

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 196 —

defendiéndose con los arcabuces, volvieron á la nao y dieron cuenta al general, que cerraban la salida del puerto con el cable; teniéndose esto por mala señal, hizo luego la nao vela sobre el cable para que lo rompiese, y un negro, á quien el general prometió libertad, se ofreció que iría embalsado por proa, con un machete grande, para cortar el cable, cuando la nao llegase á él.

Con el artillería y arcabucería limpió el canal de las funeas que en él estaban; y llegando al cable, con la fuerza que la nao iba, y buena diligencia que el negro hizo con el machete que llevaba, se rompió el cable, y pasó la nao por él. Quedábanle por andar muchas vueltas, que el canal hacía, antes de salir á la mar, que parecía imposible andarlas un navío que salía con priesa; y permitió DIOS que por todas ellas saliese, como si para cada una tuviera un viento hecho; pero los Japones, que en mucho número habían acudido con sus arcabuces á las sierras y peñas, por do la nao pasaba, que estaban á tiro, no se nos descuidaban de molestarla con muchas ruciadas de que mataron dentro de la nao un Español y hirieron otros; la nao hacía lo mismo, y con el artillería mató algunos Japones, que sin poderlo impedir quedaron sin ella. El general, viéndose en la mar, libre del peligro pasado, y que le comenzó á ventar un poco de Norte, tuvo por mejor, aventurarse á hacer su viaje á Manila, que entrar ni buscar otro puerto de Japon, y habiendo hecho una cabria en lugar de arbol mayor, y refrescándole cada día mas el Norte, en doce días atravesó á Luzon, por e! cabo de Bojeador, y se puso sobre la boca de la bahía de Manila, donde halló la nao JESVS MARIA, que tambien venía de arribada, por el embocadero de Capul, y juntas ambas naos, como habían salido del puerto de Cabit, cinco meses había, volvieron á entrar en él de arribada, con muchos daños y pérdida de la hacienda.