salido de Goa, y tenerla toda consumida y gastada, en las ocasiones que se habían ofrecido. Supuesto esto, porque no se imaginase, que por mí quedaba el efectuar el servicio de su Magestad, me puse en tierra, la cual cobré, con perder el enemigo mucha gente suya, y puse las postreras trincheas, cien pasos de la fortificacion del enemigo; puse en tierra cinco piezas gruesas de batir, y en diez días de batería, se arruinó un pedazo grande de un baluarte, donde estaba toda su fuerza. En estos días se consumió toda la pólvora, que había en esta armada, sin quedar cosa con que se pudiese cargar (la artillería della) una vez, y si se ofreciese (de que no dudo) encontrar alguna escuadra de Holandeses, hame de ser forzoso pelear con ellos, siendo esta la principal causa con que levanté el cerco, teniendo á el enemigo en mucho aprieto, así por hambre, como por haberle muerto, en el discurso de la guerra, muchos capitanes y otra mucha gente. Por aquí, juzgará V. S. el estado en que yo puedo quedar, de pasion y congoja, sea Dios loado por todo, pues así es servido, y permite que los mayores enemigos (que hay en estas partes) sean los vasallos de su Magestad.
»Yo me parto para Amboino, para ver si hallo allí socorro, que hallándole suficiente (y no habiendo en las mas partes del Sur alguna necesidad urgente, que me obligue á socorrerla) he de volver á esta empresa, y della avisaré luego á V. S. y no hallando allí el socorro que espero, he de pasar á Malaca, á rehacerme, y, de cualquiera parte donde estuviere, avisaré á V. S. siempre. Yo escribo á su Magestad, en que le doy larga relacion de las cosas desta empresa; significándole, que no podía tener efecto, ni conservarse el tiempo adelante, si no se hace por orden de V. S. y dese gobierno socorrida y augmentada, visto estar la India tan lejos, y que en dos años, no puede serlo della socorrida. En esta conformidad, debe V. S. avisar á su Magestad, para que se desengañe en este particular