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Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/277

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daños, arribó la capitana á Manila, y la almiranta se la tragó la mar, sin salvarse persona della; que fué una de las grandes pérdidas y plagas, que las Filipinas han tenido tras las pasadas[1].

Lo restante de este año, y el de seiscientos y cinco, hasta el despacho de las naos, que habían de ir á Castilla[2], gastó el gobernador en reparar la ciudad, y proveerla de bastimentos, y municiones, con particular intencion y cuidado, de que la resolucion, que de la Corte esperaba, de hacer jornada al Maluco (de que tenía avisos y premisas) no le hallase tan desapercibido, que le obligase á dilatar la jornada, en que anduvo muy acertado, porque al mismo tiempo, había venido de España el maestre de campo Juan de Esquivel, con seiscientos soldados á Méjico, donde se hacía mas gente, y grande aparato de municiones y bastimentos, dineros y armas, que el Virrey por mandado de su Magestad envió de la Nueva España, por Marzo de este año, al gobernador, para que fuese al Maluco, que todo ello llegó en salvamento, y á buen tiempo á Manila.

Poco despues que salieron de Manila las naos para Nueva España, y entraron las que de allá el Virrey había despachado, murió el Arzobispo don fray Miguel de Benavides, de una larga enfermedad, cuyo cuerpo fué sepultado, con comun devocion, y aclamacion de la ciudad[3].

Por este mismo tiempo, en los navíos que este año

  1. Los historiadores religiosos, que en sus crónicas suelen siempre ver la mano de Dios en cada desgracia, accidente ú ocurrencia que sucede á sus enemigos, interpretándolos á su gusto, no comentan jamás estos repetidos naufragios de barcos cargados de riquezas, muchas de las cuales los encomenderos conseguían de los Indios, empleando la fuerza, imponiendo su ley, y cuando no, mistificando las balanzas y medidas que se usaban entonces.
  2. Nueva España.
  3. Lord Stanley sospecha, y no sin razón, de que este Arzobispo había sido una de las principales causas de los disturbios de los Chinos en Manila, excitando las sospechas del gobierno en la célebre cuestión de los mandarines.