La tierra es muy asombrada[1] por todas partes, de árboles de diferentes maderas, y frutales que la hermosean todo el año; así por la marina, como por dentro, en llanos y montes, y muy llena de ríos grandes y pequeños, de buenas aguas dulces, que corren á la mar; y todos se navegan, llenos de mucho pescado, y muy sabroso, de todas especies. Hay por esta razón, grande copia de madera, que se corta y asierra, y se arrastra á los ríos, y por ellos se navega; es muy buena para casas y edificios, y para fábrica de navíos pequeños y grandes; hállanse muchos árboles muy derechos y gruesos, para arbolar naos y galeones, livianos y correosos; de manera, que se arbolan con ellos cualesquier navíos con arboladura de un palo, sin ser menester gimielgarlos, ni hacerlos de pedazos; y para el casco de navíos, quilla, estamenaras, barraganetes, y cualquiera otra ligazon, buzardas, puercas y corbatones, y llaves, y timones, se halla facilmente toda madera de cuenta, y buena tablazon para los costados y cubiertas, y obras muertas de maderas muy propósito[2].
Hay muchos frutales de la tierra, como son sanctores y mabolos, tamarindos, nancas, anonas, papayas, guayabas, y muchos naranjos en todas partes, de muchas especies, grandes y pequeñas, dulces y agrias, cidras y limones, plántanos de diez ó doce maneras[3], muy sanos y sabrosos, muchas palmas de cocos de buen sabor, de que se hace vino, y aceite comun, muy
- ↑ Cubierta de sombras, por los árboles.
- ↑ Por la excesiva construcción de navíos que tuvo lugar después, parece que algunas especies desaparecieron ó al menos escasean, una de ellas es el Betis. (Véase S. Vidal y Soler).
- ↑ Buzeta y Bravo dicen que hay más de 57 especies (pág. 35, T. I).
llas antiguas embarcaciones sobre todo las de las Marianas, que decían los marinos y pilotos: «mientras nosotros nos movíamos en un tiro de arcabuz nos daban seis vueltas tan graciosa por el que no puede ser más» (Doc. 47. Acad. de la His.) Y navegaban también contra viento, y los Españoles las llamaban por la rapidez con que corrian, lanzaderas. ¿Cómo no se pensó en perfeccionar esta clase de embarcaciones?