Ir al contenido

Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/318

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 272 —

ciales son unas delgadas, menores de vara, y desde los árboles (donde ordinariamente estan) se arrojan sobre los que pasan, y los pican, y es el veneno tan eficaz, que dentro de veinte y cuatro horas mueren rabiando.

En los ríos y esteros hay muchos escorpiones, muy grandes, y mucho número de caimanes, muy encarnizados y crueles, que muy de ordinario sacan de las bancas á los Naturales que van en ellas, y hacen muchos daños en los ganados vacunos, y caballares de las estancias, cuando van á beber, y aunque hacen muchas pesquerías y matanzas dellos, nunca se disminuyen. Por lo cual, los Naturales en los rios, y esteros de sus poblazones donde se bañan, tienen dentro del agua atajos y corrales de verjas espesas, donde entran á bañarse, seguros destos monstruos, que los temen tanto, que los veneran y reverencian, como si tuviesen sobre ellos superioridad[1], y todos sus juramentos y execraciones, y los que para ellos son de alguna consideracion (aun entre los cristianos) es, «así el caiman lo mate», que llaman en la lengua Buhaya, y ha acaecido jurar falso, ó quebrantar la promesa, y sucederles luego desgracia con el caiman, y permitirlo Dios así, por la autoridad y pureza de la verdad, y promesa della, á quien ofenden[2].

Las pesquerías de mar y rios son abundantísimas de todo género de pescados, de agua dulce y salada, y toda la tierra lo tiene por mantenimiento ordinario; hay mucha y buena sardina, corvinas, besugos, que

  1. Quizás por igual motivo tienen otras naciones en mucha estima al león y al oso, poniéndolos en sus escudos, y dándoles honrosos epítetos. La existencia misteriosa del caimán, la enorme dimensión á que á veces llega, su fatídico aspecto, sin contar ya con su voracidad, debían influir mucho en la imaginación de los malayos filipinos.
  2. También ha habido frailes comidos por caimanes y por cierto librándose á veces los Indios que les acompañaban; en este caso sin embargo, los historiadores dan una explicación favorable del suceso y distinta de cuando es un Indio la víctima.