tres, con cubos y traveses á trechos[1]; tiene una fortaleza de sillería, á la punta que guarda la barra, y el río con un rebellin junto al agua, que tiene algunas piezas gruesas de artillería, que juegan á la mar y al río, y otras en lo alto, para defensa de la barra, sin otras medianas de campaña, y pedreros, con sus bóvedas, para bastimentos y municiones, y un almacen de la pólvora muy guardado, su plaza dentro, con pozo copioso de agua dulce; alojamientos de soldados y artilleros, y casa de alcayde. Está fortificada de nuevo, por la parte de tierra á la plaza de armas, donde tiene la entrada, con una buena muralla, y dos orejones guarnecidos de artillería, que juega cortando la muralla y puerta; tiene esta fortaleza, llamada Santiago, una escuadra de treinta soldados con sus oficiales, y ocho artilleros que guardan la puerta, y entrada por sus cuartos, á cargo de un alcayde que vive dentro, y la tiene su guardia, y custodia.
Otra fortaleza, asímismo de piedra, hay en la misma muralla, á tiro de culebrina, al campo del lienzo, que corre por la marina de la bahía, que se llama Nuestra Señora de Guía; es un cubo muy grande, redondo con su patio, agua, y alojamientos, y almacenes dentro y otras oficinas, con un traves, que sale á la marina, en que hay una docena de piezas grandes y medianas, que juegan á la bahía, y barren la muralla, que corre por ella hasta la puerta y fuerte de Santiago; á esotra parte tiene un orejon grande, con cuatro piezas gruesas, que juegan la marina adelante, hácia la ermita de Nuestra Señora de Guía; la puerta y entrada es por dentro de la ciudad, guardada con una escuadra de veinte soldados, con sus oficiales y seis artilleros, un alcayde con su teniente, que moran dentro.
- ↑ Entonces no tenía aún fosos. Éstos se cavaron después de la invasión inglesa de 1762. Las murallas fueron reformándose también y perfeccionando con el trascurso del tiempo y las necesidades en que la ciudad se vió.