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Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/375

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y otras visitas, y en la isla de Luzon, las de la provincia de Ilocos, y algunas en Pangasinan, y todas las de Pampanga, que son muchos monasterios, y en la provincia de Manila y su comarca, otras muy buenas.

La orden de Santo Domingo tiene las doctrinas de la provincia de Cagayan, y otras en la provincia de Pangasinan, en que tienen muchos monasterios y visitas, fuera de otros, que tambien administran, al rededor de la ciudad.

La orden de San Francisco tiene algunas doctrinas y monasterios, al rededor de Manila, y toda la provincia de Camarines, y la contracosta della, y la laguna de Bay, que son muchas doctrinas.

La compañía de JESVS tiene al rededor de Manila tres doctrinas grandes, y de muchas visitas, y en los Pintados otras muchas, en las islas de Sebú, Leite, Ibabao y Samar, y Bohol, y otras de su comarca, con buenos sujetos y curiosos, en la conversion de los Naturales.

Estas cuatro religiones han hecho mucho fruto en la conversion destas islas, como está dicho, y en realidad de verdad, han tomado bien las cosas de la Fé[1], como gente de tan buenos ingenios[2], y que han conocido los errores de su gentilidad, y verdades de la religion cristiana, teniendo buenas iglesias, y monasterios de madera, bien fabricados, con retablos y lucidos ornamentos, y todo servicio, cruces, candeleros, y cálices de plata y oro, muchas devociones y cofradías,

  1. Del sentido de lo que sigue se deduce que no habla de las religiones, sino de los habitantes de Filipinas, aunque el giro gramatical parece decir lo contrario.
  2. Sólo, después que los religiosos vieron su posición consolidada, empezaron á esparcir calumnias y á rebajar las razas de Filipinas con la mira de darse más importancia, hacerse siempre necesarios y excusar así su torpeza é ignorancia con la pretendida rudeza del Indio. Hay que exceptuar, sin embargo, á los Jesuítas, quienes casi siempre han hecho justicia al Indio, siendo también los que más le han enseñado é ilustrado, sin pretender por eso declararse como sus eternos protectores, tutores, defensores, etc., etc.