el precio que por ellos se da de mucha consideracion[1], y mayor el inconveniente, de perpetuarlos por este camino.
Las elecciones de todos los pueblos de Españoles de alcaldes ordinarios, se hacen día de año nuevo, por el cabildo y regimientos, y la residencia destos alcaldes ordinarios, y sus cabildos, se la manda tomar su Magestad, al mismo tiempo que se toma al gobernador, y capitan general de las islas, y dan cuenta la administracion de sus rentas y propios, no embargante, que antes desto cada año, y siempre que parece conveniente, el gobernador se la toma, y hace cobrar los alcances; y con su parecer y licencia, se hacen los gastos que los pueblos pretenden.
La ciudad de Manila tiene suficientes propios en las penas de cámara que sus jueces hacen, por ciertos años y en posesiones propias, dentro y fuera de la ciudad, y en el repeso de las mercaderías, y alquileres de todas las haciendas, y sitios del Parián de los Sangleyes, y en el estanco de los naipes[2]; que todo ello le hizo merced su Magestad; particularmente, para los gastos de su fortificacion, y en esto las expenden y gastan, y en los salarios de sus oficiales, y de los procuradores que envían á España, y en sus fiestas de ciudad, que las principales son día de santa Potenciana, diez y nueve de Mayo, que los Españoles entraron y ganaron la ciudad; y dia de san Andres, treinta de Noviembre que fué cuando vencieron, y echaron della al corsario Limahon[3]; este día, saca la ciudad con acompañamiento el estandarte de la ciudad, á vísperas y misa, á la iglesia de San Andres; donde concurre toda la ciudad, el regimiento y cabildo, con la audiencia real, con toda solemnidad; y así
- ↑ Había entonces oficios más lucrativos.
- ↑ No sabemos desde cuando desapareció este estanco de los naipes, tal vez mucho antes que se estancara el buyo ó betel.
- ↑ Véase nota 4, pág. 10.