cuella de vendabales, por entre las mismas islas y estrechos, desde veinte de Junio para adelante, que por ir con aguaceros y entre islas, se trabaja hasta haber desembocado por Capul. Salidos á la mar ancha, gozan del vendabal, hazido su viaje al Este, todo lo mas que alcanza por altura de catorce ó quince grados.
Salta luego la brisa, que es viento que reyna mas generalmente en la mar del Sur, especialmente en poca altura, y como viene á ser por la proa, se muda derrota, poniendo la proa desde el Norte hasta el Leste, lo mas que el viento da lugar; con lo cual se multiplica altura, y se entretiene la nao, hasta que vuelve el vendabal que con él, en la altura que la nao se halla, vuelve á hacer su viaje al Leste, y lo prosigue todo lo que este viento le dura; y cuando escasea, lleva la mejor proa, que el viento da lugar, por los vientos que hay, desde el Norte hasta el Leste, y si el viento es tan contrario, que es Norte ó Norueste, que no se puede ir por aquella vía, hácese la otra vuelta, con que se va haciendo y entreteniendo el viaje, sin descaecer. Á cuatrocientas leguas de las islas se ven volcanes, y restingas de las islas de los Ladrones, que corren al Nort, hasta veinte y cuatro grados, que entre ellas suele haber grandes tormentas y huracanes, y á treinta y cuatro grados, queda el cabo de Sestos[1], cabeza del Japon, á la parte del Nort, seiscientas leguas de las Filipinas. Pásase por entre otras islas, que pocas veces se ven á treinta y ocho grados, con los mismos riesgos y temporales, á temple frío, en paraje de islas, rica de oro, y rica de plata, que pocas vesces re reconocen[2],
- ↑ Es un grupo de islas que llaman Shidsi To á los 34°. 20′.
- ↑ Estas islas Rica de oro y Rica de plata, han sido el objeto de muchas expediciones, sin que se hayan podido encontrar, sirviendo para el descubrimiento de otras muchas. Su nombre proviene, según dicen, de que habiendo arribado á ellas un navío, cogió, por no recordamos qué incidente, un poco de tierra en sus fogones, la