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Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/86

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los que había traído de Camboja) el Portugues llamado Diego Belloso, á quien el rey Prauncar Langara había enviado á Manila, en tiempo que gobernaba Gomez Perez Dasmariñas, á pedirle su amistad y socorro contra el Sian, que lo tenía amenazado, como atrás se ha dicho: y volviendo á Camboja, con la respuesta del gobernador y su presente, halló que el Sian había tomado la tierra, y estaba en ella, y así le captivaron y el Sian le tomó el presente, y lo llevó a su tierra con los demas captivos. Este Diego Belloso, teniendo noticia de lo que el rey pretendía, tuvo orden para enviarle á decir, que si le enviaba á este negocio, como tan práctico en aquel Archipiélago, llegaría hasta Manila, y le traería razon del junco; y juntamente, en su nombre asentaria amistad y contratacion con los Españoles, y rescataría muchas curiosidades de Europa, que en Manila había: especialmente, una piedra de visos, tan grande, que pudiese servir de puño, para su espada de dos manos que usaba[1], de que estaba el rey muy deseoso, por otra que había habido pequeña, entre las cosas del presente, que (andando sobre su elefante) traía delante los ojos. Vino el rey en ello, y hizo aprestar un junco, y envió en él un Sian de su servicio, con la demas gente necesaria para la navegacion, en compañía de Diego Belloso[2]; y dos elefantes para el gobernador de Manila, y cantidad de menjui, marfil y otras mercaderías que se vendiesen: y dello se le comprasen las curiosidades que Belloso había dicho. Salidos á la mar, con un temporal que les dió arribó el junco á Malaca, donde se tuvo noticia, como el otro junco del rey de Sian que deseaban se había alzado, y matando los Sianes de su guardia, con toda la ropa, lo habían llevado á Manila los Españoles que en él habían salido de Camboja por prisioneros.

  1. Esto era una treta para evadirse.
  2. Gaspar de San Agustín le da otro compañero castellano llamado Antonio Barrientos, pág. 462.