180 POLÍTICA DOMÉSTICA
La influencia de las mujeres que tienen sincera voluntad de conservar la paz doméstica, puede prevenir en gran parte esos desórdenes; pero, des- graciadamente, algunas, lejos de comprender la importancia y la grandeza de esta misión, no pare- ce sino que emplean su ligereza en comprometer, con genio caprichoso y con pretensiones exage- radas, los intereses más sagrados. Exclusivamente preocupadas con los derechos que ellas se atribu- yen, no piensan que tienen deberes; hácense orgu- llosamente centro de cuanto con ellas mismas se relaciona, quieren dominar, no consultan á nadie, censuran con acritud y aspiran con audacia y petu- lancia al poder absoluto: las consecuencias son deplorables, y no es necesario tener gran perspi- cacia para conocerlas.
Algunas familias presentan complicaciones de in- tereses diferentes y, á veces, hostiles. En circuns- tancias dadas, un matrimonio debe vivir con los padres del esposo, ó con los de la esposa, que por largo tiempo están habituados á tener las riendas del gobierno doméstico, á ejercer autoridad completa y venerada ¿Estarán dispuestos estos
viejos á ver con buenos ojos cualquier pretensión