278 POLÍTICA DOMÉSTICA
porque, gracias á Dios, no proceden de la carcoma “de los vicios, que destruyen la salud y la fortuna, sino de la mano del Todopoderoso, de quien debe- mos recibir con mansedumbre lo próspero y lo ad- verso. No cansaré á usted con largas digresiones, y sólo diré que hace tres años murió mi marido; que mis escasos bienes, que se reducían á algunos muebles y á cortos ahorros, han sido mal maneja- dos y consumidos por unos parientes que hubieron de hacerse c.rgo de todo ello durante una larga enfermedad que he sufrido, á consecuencia “e haber- me quedado baldada un día que fuí al río lavar las ropas de mi niño y las mías, pues noco taba con más recursos que los que yo sola podía 2enciarme y economizar. La falta de costumbre en aquella faena me atrajo tan grave padecimiento; y notando el desagrado con que mis parientes sobrellevaban mi enfermedad, por los gastos que les ocasionaba, re- solví trasladarme á un hospital, dejándoles bajo su custodia á mi niño, y suplicándoles que le propor- cionasen lo necesario con el producto de la venta de mis muebles, puesto que yo no los necesitaba entonces. Hiciéronlo en efecto; y cuando un afñio después salí del hospital, sólo me quedaba la ayuda de Dios y mi querido hijo. Podía yo haberme ga- nado la vida en cualquier parte, mas para ello te- nía que separarme de él, y he preferido pedir limos-
