Página:Torres Politica domestica.djvu/282

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

280 POLÍTICA DOMÉSTICA

En este punto quedó suspendida la conversación, porque la señora mandó servir un refrigerio que la pobre, cediendo á un reiterado ofrecimiento, aceptó

para su niño.

La señora no había quedado enteramente satisfe- cha de la explicación dada por la mendiga, porque al fin y al cabo la posición de entrambas madres era muy diversa, y de ningún modo podía creer aque- lla, que le fuesen útiles los medios empleados por la otra en la educación de su hijo; así es que in- sistió.

—Ha dicho usted que aleja de la vista de su hijo las cosas que puedan excitar demasiado el de- seo de él, comprendo que así le evita usted un mal, pero no le proporciona un bien. Véame á mí que, aun con sacrificios de alguna consideración, procu- ro llenar todos los deseos de mi hija, y no por eso la he visto gozar como me asegura usted que su hijo goza en un solo rato de recreo.

—Es—replicó la pobre—que aunque yo poseye- ra riquezas muy cuantiosas, no daría á mi hijo más ratos de solaz que los que le doy, porque codi- ciar placeres es malo, y peor en demasía el hastío