38 POLÍTICA DOMÉSTICA
para llenarlas cumplidamente recupere la posesión de sí mismo, y que la irnaginación deje libre el cora- zón para no obedecer sino á la razón.
Sin embargo, lo que el sentimiento pierde en lozanía lo gana en madurez: la flor se marchita, pero las raices ahondan y se multiplican, y bajo la inti- midad monotona y fría que aparece á los ojos que observan con indiferencia, hay nudos secretamente entrelazados y tan fuertes, que su ruptura suele desgarrar al corazón más tierno.
Indagar en qué consiste la felicidad es cuestión que ha ocupado á todas las escuelas filosóficas, que ha sido tratada por todos los hombres y que será discutida mientras permanezcan impenetrables los misterios del alma y de la vida.
Nosotros, sin entrar en investigaciones profun- das, nos limitamos á adoptar las ideas de sentido común suficientes para nuestro propósito, y creemos poder afirmar que el carácter rnenos problemático de la felicidad, el que todo el mundo le reconoce, es la paz.
Pero hay dos especies de paz: la una, inmóvil y oscura, no es más que la incapacidad de sentir, la
