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80 POLÍTICA DOMÉSTICA
más sagrado entre todos los del mundo, porque es de honor, de amor, y, aunque no es de adoración, es un respeto religioso.
Un padre y una madre son naturalmente nuestros primeros amigos. La edad suele llevarles demasia- do á la tristeza; pero las manifestaciones del respe- to filial les reaniman y les consuelan. La sonrina que los buenos hijos mueven en los labios de sus padres y el contento que renace en sus corazones serán sus mejores place es.
¡Feliz el hijo que puede devolver á su padre y á su madre todos los cuidados que de ellos recibió en la infancia; pero más feliz aún el que les devuelve sus sonrisas, sus caricias, sus alegrías!
