ternidad que me siento refocilado, y justo es que pague esta satisfacción con una limosna en bien de la orden seráfica.
Y colocó junto al pocillo el legajo de documentos. Todos llevaban su firma al pie de la cancelación.
Pocos años después moría tan benévolo como generoso acreedor, que obsequió también al convento las baldosas de la portería. En ella se lee aún esta inscripción:
JIMENEZ MENACHO DIÓ DE LIMOSNA ESTOS
AZULEJOS. VUESTRAS REVERENCIAS LO ENCOMIENDEN Á DIOS.
AÑO DE 1643.
En conclusión, la monumental fábrica de San Francisco se hizo toda con limosnas de los fieles.
Y téngase en consideración que se gastaron en ella dos millones doscientos cincuenta mil pesos. ¡Gastar es «En este convento—dice el cronista—se halla el cuerpo de San Francisco Solano, aunque sus religiosos ignoran el sitio donde está y sólo conservan el ataúd y la calavera, que exponen al público por el mes de julio en el novenario del santo. También enseñan los frailes una gran cruz de madera y de la cual no hay devoto que no se lleve una astilla. La suegra de un amigo carga como reliquia dos astillitas; pero ni por esas se le dulcifica el carácter á la condenada vieja.» Volvamos á Alonso Godínez.
III
La cacicu doña Catalina Huanca hizo venir de España y como obsequio para el convento, algunos millares de azulejos ó ladrillos vidriados, formándose de la unión de varios de ellos imagenes de santos. Pero doňa Catalina olvidó lo principal, que era mandar traer un inteligente para colocarlos.
Años hacía, pues, que los azulejos estaban arrinconados, sin que so encontrase en Lima obrero capaz de arreglarlos en los pilares correspondientes.
En la mañana en que debía ser ahorcado Alonso Godínez fué á confesarlo el guardián de San Francisco, y de la plática entre ambos resultó que el reo era hombre entendido en obras de alfarería. No echó el guardián en saco roto tan importante descubrimiento; y sin pérdida de tiempo fué á palacio, y obtuvo del virrey y de los oidores que se perdonase la vida del delincuente, bajo condición de que vestiría el hábito de lego y no pondría nunca los pics fuera de las puertas del convento.