Página:Viaje a la Patagonia Austral - Francisco P. Moreno.pdf/19

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 16 —

A tres millas de la costa se arrojó el ancla y el buque durmió tranquilo después de varios días de movimiento contínuo; las elevadas murallas ter­ciarias del «Promontorio del Norte» a cuyo abrigo habíamos fondeado, se destacaban sombrías y esa noche descansamos tranquilos escuchando el chi­llido del timón en los suaves balances, y los sopli­dos de algunos negros cetáceos que jugueteaban alrededor nuestro, sin ponerse al alcance del ar­pón, siempre listo en la proa.

El día siguiente amaneció con viento contrario, pero, bordejeando, nos acercamos a la Bahía En­gaño, donde desagua el río Chubut. Fondeamos en ocho brazas, en fondo de rocas firmes y cascajo rodado, pero no pudimos bajar a tierra por la ma­rea en contra y la fuerte marejada. La draga pro­curó varios interesantes moluscos, crustáceos, anélidas, etc. Durante la noche, hubo que levantar el ancla nuevamente y salir mar afuera, a causa del viento fuerte del naciente. La titulada bahía es una costa abierta, sin resguardos para los vien­tos de afuera que, cuando soplan recio, contribu­yen con las corrientes a poner los buques en pe­ligro. Los de tierra, son los únicos que permiten fondear con alguna seguridad a los buques que por su mucho calado no pueden resguardarse den­tro del río y que se exponen a permanecer cru­zando un mes en las inmediaciones, desde Punta Atlas hasta Bahía Nueva, sin poder poner en tie­rra su cargamento.

El día quince amaneció favorable y pudimos acercarnos al río Chubut. Este figura definitiva­mente en la geografía de Patagonia, desde el 24 de febrero de 1833, en cuya fecha, el teniente Wickham, de la espedición de Fitz-Koy, penetró en él, a bordo de la lancha «La Liebre».

En la costa fuímos bien recibidos por el Sr. An­tonio Oneto, comisario nacional y administrador