hecho algunos colonos industriosos, las cosechas serán más aseguradas. Deben asimismo, en vez de destruir los pocos árboles con que la naturaleza ha adornado esos parajes, hacer plantaciones de otros, tales como eucalyptus, algunos coníferos, álamos y sauces, que si bien no es cierto que su infuencia en el cambio de las condiciones meteorológicas sea muy grande, proporcionarán maderas para construcción, que hoy tienen que conducirse desde Buenos Aires, o del Estrecho de Magallanes e Isla de los Estados.
Abrigo la convicción de que, si la colonia del Chubut, en las actuales condiciones, no tiene gran porvenir ni vida propia, cuando se estudie el territorio comprendido entre el río Negro y el Chubut y la inmigración haya llevado la vida a los vastos valles del occidente hasta los Andes, su importancia será grande y será la válvula de desahogo de esas extensas comarcas.