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SIGUE NOTA (1) DE LA PÁJ 194, DIA 1.° DE FEBRERO DE 1791

    mente de direccion para desembocar, despues de un curso mucho mas largo, al estero de Reloncaví. Cada viajero que haya examinado esta rara configuracion, ha tratado de esplicarla a su modo. La he tocado tambien lijeramente en el artículo citado sobre los ventisqueros. Como esta contribucion es poco accesible a los lectores de Chile, me permito esplicar en breves palabras mi apreciacion de esta configuracion orohidrográfica:
    En tiempo de la época glacial, cuando toda la Patagonia estaba cubierta de un manto de nieve, los ventisqueros tuvieron un desarrollo estraordinario. En esta parte de la Cordillera se estendia el ventisquero verdaderamente colosal del Peulla desde el pié del cerro Tronador hasta el volcan Osorno, llenando todo el ancho del valle i alcanzando una elevacion vertical de algunos centenares de metros; habiendo aumentado en dimensiones por la afluencia de numerosos ventisqueros secundarios, este ventisquero se bifurcó tomando el brazo principal por el valle abierto al lago Llanquihue, mientras el otro iba al Sur encajonándose en el valle hasta detenerse en el puente que unia el cerro Telles con el cordon de Santo Domingo; labrando por siglos consecutivos esta barrera, logró escalarla i finalmente allanarla, dando salida al rio Petrohue para el estero de Reloncaví, salida que se hizo definitiva, cuando las lavas del volcan Osorno invadieron el cauce del rio, formándose de esta manera el istmo que separa los lagos Todos los Santos i Llanquihue. Sin aquella salida preformada el rio habria seguido siempre hácia el lago Llanquihue, desbordándose por sobre las lavas de tan poca elevacion. Con el trascurso del tiempo i el cambio climatérico efectuado en la época actual, la mayor parte del gran ventisquero diluvial desapareció, quedando la otra relativamente diminuta confinada al cajon del Tronador, pero dejó como obras suyas los dos grandes lagos Todos los Santos i Llanquihue [n 1] i ademas el valle bifurcado a la salida de la forma especial que observamos ahora, i como testimonio inequívoco de los grandes cambies jeolójicos pasados. Es fácil reconocer en nuestro plano la configuracion rara i escepcional de la parte inferior del valle del Petrohue.
    No es este el único fenómeno que se observa en los confines de los lagos Llanquihue i Todos los Santos, los cuales despiertan un interes poco comun, cuando se examinan bajo el punto de vista orográfico, i a pesar de que correspondan al pié de la Cordillera, que desciende en esta parte bruscamente hacia el llano.
    El volcan Osorno, sobre el cual Menendez acaba de llamar nuestra atencion, se alza aquí repentinamente del lago Llanquihue de solo 43 m de elevacion sobre el mar a la altura dominante de 2,251 m; su majestuosa cumbre que representa un cono mui regular de perfiles redondeados,


  1. Hemos esplicado en el mismo lugar el oríjen de los lagos por los ventisqueros.